vitoria - Ander Murillo ejerce habitualmente de anfitrión. No en vano, el ex del Athletic acumula ya seis temporadas en el AEK Larnaca, por lo que, como él dice, es medio vasco, medio chipriota. En el domicilio del donostiarra se suelen juntar para cenar. Da igual que sean rivales en el campo o que vivan a unos 50 kilómetros de distancia. Les une sus raíces. Son los moradores de la Euskal Etxea de Chipre, cuya liga, la First Division, habla también euskera, ya que son hasta seis los futbolistas vascos que compiten en cuatro de sus clubes y a los que se añade un técnico euskaldun, Imanol Idiakez. Una llamativa cifra impensable hasta hace pocos meses, pero la isla mediterránea, distante a 3.200 kilómetros de Euskadi, se ha convertido en un destino atractivo para experimentar “otro fútbol, otra cultura, otra aventura”, como dice Javi Garrido, que se comprometió el pasado verano con el AEK Larnaca, por lo que comparte vestuario con Murillo.
En la próxima cena en casa del exrojblanco, o en un restaurante, seguramente saldrá a colación el partido que disputaron el domingo el AEL Limassol y el AEK Larnaca en el Tsirion Stadium. Un duelo entre el segundo y cuarto clasificado que se saldó con tablas (1-1) gracias al tanto de Mikel Arruabarrena a los 89 minutos y cuando Murillo y Garrido, lo mismo que su entrenador Idiakez, ya cantaban un triunfo vital. Arru, como le llaman cariñosamente, cabeceó un centro lateral de un compañero en una acción en la que exculpó a su amigo Murillo: “Fue al otro central (el macedonio Mojsov) al que gané la espalda”. Garrido, mientras, lamenta ese momento fatídico: “Nos estábamos jugando los cuartos porque era un partido superimportante, pero no pudimos evitar el cabezazo de Arru”.
En ese encuentro, un clásico de la First Division, coincidieron en el césped Arruabarrena y Alain Eizmendi, ex del Bilbao Athletic, en las filas del AEL Limassol; y Murillo y Garrido, en el AEK Larnaca. El domingo jugó el gasteiztarra Iñigo Calderón con el Anorthosis, equipo al que se enfrentó el Athletic en la campaña 1994-95 dentro de la antigua Copa de la UEFA; y hoy el navarro Iñaki Astiz lo hará con el APOEL Nicosia en San Mamés, en el primer asalto de la eliminatoria de dieciseisavos de la Europa League entre el conjunto bilbaíno y el líder de la liga chipriota. “Nos vemos en muchos partidos directos”, indica Arruabarrena, que el próximo lunes, tres días antes de que el Athletic dispute el partido de vuelta en la capital de Chipre, se enfrentará al APOEL.
la apuesta por chipre Cada uno de estos siete vascos tiene su propia historia para explicar su llegada a un fútbol prácticamente desconocido en Euskadi. Javi Garrido (Irun, 15 de marzo de 1985) es un trotamundos. El lateral izquierdo, que llegó a sonar hace una década como posible fichaje del Athletic, destacó en la Real Sociedad, para jugar después en el Manchester City, Lazio, Norwich y Las Palmas: “Rescindí en junio el contrato con el Las Palmas, surgían posibilidades, pero transcurría el verano? Se estaba alargando más de lo previsto y tuve la suerte de que me llegó el interés del AEK, con una oferta en firme de dos años. Decidí probar suerte, porque el proyecto era interesante, además de tener muy buenas referencias del míster (Imanol Idiakez), al margen, claro está, de jugar allí Murillo”. A Mikel Arruabarrena (Tolosa, 3 de febrero de 1983) le pasó algo similar. Expiró su cesión en el Huesca por parte del Eibar y apostó por salir en busca de una experiencia. “Me había comprometido con un equipo de Hong Kong e incluso viajé allí. Pero a los cuatro días me dijeron que había fallado un patrocinador y no podían asumir mi contrato. Estábamos ya al final del mercado. Me salió la opción de ir a Australia, al Adelaide United que entrena Guillermo Amor, y la del AEL Limassol, y me decanté por esta última. Me empujó a ello mi amigo Mikel Saizar (jugador del Numancia y ex del AEK Larnaca) y hablé también con Murillo”, recuerda el delantero guipuzcoano, que el domingo anotó su noveno gol en liga, a los que suma otros dos materializados en la Copa chipriota.
Destino tranquilo Garrido y Arruabarrena, que cuentan con la compañía en Chipre de sus respectivas parejas, dicen que se han adaptado bien al país y a esa liga menor. El primero tenía por delante el dominio del inglés, que lo emplea gran parte de la ciudadanía de la isla, excolonia de la corona británica, de la que se independizó en 1959; y el segundo ha encontrado aliados en el vestuario con la llegada en el mercado de invierno del excachorro Alain Eizmendi (Beasain, 10 de junio de 1990) y Piti, exjugador del Rayo Vallecano y Granada, entre otros. “El fútbol es caprichoso y no sabes dónde vas a parar. El hecho de coincidir tantos jugadores vascos sí ayuda, porque si tienes algún tipo de dudas, sabes dónde ir”, apunta Garrido, en tanto que Arruabarrena recalca que las distancias en Chipre “son cortas, como mucho empleas 45 o 50 minutos en coche”. “Se valora muy bien al futbolista vasco y nos tratan estupendamente”, incide el delantero, el octavo máximo goleador de la First Division, competición que ambos coinciden en calificar como “de segundo nivel, muy inferior a la liga española, la Premier o la Serie A”.
Los dos futbolistas no dudan en señalar al Athletic como el gran favorito de la eliminatoria ante el APOEL, el club más poderoso de Chipre “por plantilla, presupuesto y apoyo social”. Arruabarrena, incluso, adelanta que su equipo puede aportar su granito de arena al colectivo de Ernesto Valverde, ya que se mide al rival rojiblanco el próximo lunes en el GSP Stadium, 72 horas antes del choque de vuelta en Nicosia. “El APOEL quizá da más importancia a este partido contra nosotros. Hay que recordar que somos segundos y si le ganamos, nos ponemos solo a dos puntos, por lo que no quieren sufrir cuando están acostumbrados a ganar ligas. Es un equipo diferente cuando juega en Chipre que cuando lo hace en Europa. Aquí solo está acostumbrado a competir cuando se enfrenta a uno de los cuatro primeros, lo que igual ofrece esa falta de hábito que no tiene el Athletic en la liga española, donde juega al máximo nivel en todos los partidos”.
Garrido comparte discurso y entra en una letra más pequeña sobre el rival del Athletic: “Es un equipo muy físico, que cuenta con jugadores muy interesantes que te pueden hacer daño. El Athletic sabe que debe conseguir un buen resultado en San Mamés, porque el APOEL, aunque es inferior, se siente fuerte en su campo. Entre sus jugadores hay que fijarse en (Nuno) Morais, su capitán, en el centro del campo y vigilar a sus dos delanteros, (Pieros) Soteriou y (Igor) de Camargo, que son dos tanques, pero también con un buen juego de pie. Por las bandas (Giorgio) Efrem y (Vieira) Vander son sus dos hombres más peligrosos. Su línea ofensiva es la más poderosa”. Arruabarrena pone el acento: “Su Talón de Aquiles es el sistema defensivo, con permiso de Astiz. Nosotros ya le ganamos en liga (1-0, con gol del tolosarra) y si el Athletic crea ocasiones, tendrá mucho hecho”.
La colonia vasca se citará el jueves día 23 en el GSP Stadium de Nicosia. Arruabarrena, al igual que su compañero de equipo Alain Eizmendi, están a la espera de recibir las entradas pedidas a Bilbao, al igual que Murillo, que no se perderá la posibilidad de reencontrarse con su exequipo. Ellos forman el otro equipo de Txipre.