Duración: 61:28 minutos de juego.
Saques: 1 de Olaizola II (tanto 14).
Pelotazos: 481 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 12 de Olaizola II, 8 de Elezkano II y 1 de Zabaleta.
Errores: 4 de Olaizola II, 2 de Untoria, 4 de Elezkano II y 5 de Zabaleta.
Marcador: 1-0, 4-1, 5-2, 7-3, 8-3, 8-4, 9-6, 12-7, 13-8, 15-9, 19-10, 20-12, 20-13, 21-14 y 22-14.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Pablo Berasaluze (con Olaizola II-Untoria) y Jokin Etxaniz (con Elezkano II-Zabaleta).
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la liguilla cuartos de final del Campeonato de Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao. 600 espectadores.
Bilbao - No hay incendio que acabe con Aimar Olaizola. El delantero de Goizueta es un tipo experto en el uso del extintor, es pelotari de mil vidas, una por partido, o dos, o tres. Una por chapa. Una por gancho, el oxígeno artificial de su dueto. No hay fuego que consuma su carácter de hierro, de veterano de mil batallas. En el contagio, Álvaro Untoria optó por tomar ejemplo y retomar una versión mejorada forjada a base de paciencia. Ayer, el zaguero de Nájera consumó la resurrección que viene notando desde hace dos semanas, en las que va encontrando mejores sensaciones en el golpe, en la altura y en el movimiento. La alarma que se produjo a mitad de campeonato, de un Parejas de maratonianos, virtud eterna del eterno Olaizola II -cabeza de computadora y pulmones de keniata-, se le tradujo como lugar común en la carrera del goizuetarra. Él puso el diván y la calma con la luz roja. Él arrojó tranquilidad al estanque a mitad de tajo. Él puso el freno para esperar la mixtura de sensaciones. Si bien Álvaro no gozó de juego en una mala racha, los problemas físicos del navarro tampoco ayudaron.
De un plumazo se le olvidó todo al riojano. La explosión de su juego en el Parejas de 2013 vivió su ocaso en el presente campeonato para traducirse en una resurrección que se siente. La versión del dueto de ayer en el Bizkaia de Bilbao es reconocible y correcta. Se impusieron a Danel Elezkano y José Javier Zabaleta, que entonó el mea culpa. El riojano se vio solvente ante un zaguero que le desborda en pegada -y a la mayoría de los profesionales-, pero que estuvo incómodo, solitario, sin norte, traduciendo en pocas opciones para que Elezkano II encontrara a favor de corriente. Fue un círculo vicioso.
Y Olaizola II, un rodillo. Supo encajar el gancho, mostró chispa con las dos manos y terminó la cita con un dos paredes de zurda que le supo a gloria y le sacó una sonrisilla traviesa en el rostro. El goizuetarra y su compañero jugaron con el marcador siempre de cara y estuvieron sobrios y a gran nivel. La red defensiva, además, maniató al puntillero de Zaratamo en la batalla en el meollo del partido, con tantos largos y dominados para los azules que no subieron a su cuenta.
Ni Elezkano ni Zabaleta estuvieron a la altura de lo que se espera de ellos y de su imagen de rematador y pegador. No obstante, el vizcaino terminó con ocho tantos que, si bien no tuvieron premio, le dieron aire al luminoso. El pegador de Etxarren falló más de lo debido -cinco errores- y penó desde el 4-0 inicial. Zabaleta pegó varios pelotazos buenos, pero no encontró la regularidad. Del 8-6, el momento de más igualdad, los colorados se fueron al 12-6 y al 19-9. Demasiada distancia que recortar. La mecha de los de Asegarce se prende.