Madrid - 2016 pasará a la historia como el año en el que se conoció el dopaje sistemático en Rusia, que condicionó los Juegos de Río, y en el que se destaparon los abusos sexuales sufridos hace años por futbolistas ingleses en sus clubes y por atletas en España como el subcampeón olímpico Antonio Peñalver.
La rémora de amaños en partidos de distintos deportes y las secuelas del escándalo de corrupción dentro de FIFA fueron otros puntos negros de los últimos doce meses, que acaban con investigaciones de Hacienda a futbolistas de Primera.
Cristiano Ronaldo es uno de ellos por haber desviado presuntamente el dinero de sus derechos de imagen (150 millones de euros de ganancias publicitarias de doce años) a sociedades en las islas Vírgenes británicas.
Ángel di María, Fernando Carvalho, Xabi Alonso, Fabio Coentrao y Radamel Falcao son otros nombres citados por Hacienda, mientras que el argentino Leo Messi fue condenado en julio a 21 meses de cárcel por fraude fiscal de 4,1 millones de euros.
El Barça además reconoció haber cometido dos delitos fiscales en 2011 y 2013 en el fichaje del brasileño Neymar. El club aceptó pagar una multa de 5,5 millones de euros, a cambio de exonerar de delito al expresidente Rosell y al actual, Bartomeu.
Fuera del fútbol y de juzgados, pero en vísperas de un acontecimiento como los Juegos de Río, el mundo entero se conmocionó al saber que Rusia practicó durante años dopaje sistemático. Las alertas enviadas por un empleado del centro antidopaje de Moscú hace años a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) obligaron a ésta a abrir una investigación, que tuvo que ampliar ante los indicios encontrados.
El profesor universitario canadiense Richard McLaren fue el encargado de ello. La primera parte de su investigación se publicó antes de Río. La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) prohibió a Rusia participar en los Juegos. El COI permitió participar a otros deportistas que no hubieran dado positivo previamente. El caso aún sigue abierto. Hace unos días el profesor McLaren publicó la segunda parte del informe y cifró en más de mil los deportistas rusos implicados.
Las consecuencias todavía están por ver, pero el COI ya ha anunciado que reanalizará todas las muestras de deportistas rusos recogidas en Londres y las de orina de Socchi, reanálisis que ya han supuesto cerca de 90 nuevas sanciones.
Capítulo aparte merece también la llamada Operación Hydrant, en la que la policía británica investiga las denuncias de unos 350 jugadores de fútbol, posibles víctimas de abusos sexuales hace años. El caso se destapó hace semanas cuando Andy Woodward, exfutbolista del Sheffield Wednesday, explicó las violaciones que sufrió a manos de Barry Bennell, antiguo técnico. La Policía identificó a más de 80 sospechosos.
Hace días también el atletismo español se conmocionó también al conocer la detención del técnico Miguel Ángel Millán, exseleccionador de pruebas combinadas, por la denuncia de un atleta y sus posibles abusos a deportistas de Tenerife, Barcelona y Murcia. Uno de los afectados fue el subcampeón olímpico de decatlón en Barcelona’92, Antonio Peñalver, que reconoció haber sido objeto de abusos cuando tenía entre 13 y 14 años.
El fútbol de despachos fue testigo también del final de la era Blatter en la FIFA y de Platini en la UEFA. El pago de 1,8 millones que el primero autorizó al segundo en 2011 y acordado en 1999 no tenía base legal, según la FIFA, que sancionó a ambos 6 años.
Platini logró que el TAS redujera su sanción a 4 años, no así a Blatter, pero no pudo presentarse a las elecciones a la presidencia de la FIFA, que desde finales de febrero ocupa quien fue su segundo durante los últimos años en la UEFA, el suizo Gianni Infantino.
Mientras, la FIFA acomete una serie de reformas internas en busca de recuperar su credibilidad a la espera de que se celebre el juicio en Estados Unidos, probablemente en otoño de 2017, por corrupción. Hay unos 40 acusados y 16 exdirectivos se han declarado culpables.
Las detenciones de más de 200 personas en China y Vietnam por apuestas ilegales durante la Eurocopa de Francia de fútbol y la de otra treintena por amañar partidos de tenis en España -7 tenistas-, son otras sombras de 2016, año en el que el TAS avaló a la UEFA por excluir de la Champions al Skënderbeu de Albania por amaños. - Efe