BILBAO. El tenista argentino Juan Martín de Potro tuvo un gesto con una recogepelotas que había sido golpeada por una bola de Marin Cilic durante la final de la Copa Davis.
La joven, pese a su gesto de dolor, no se movió de su posición ni se quejó. El argentino paró el partido para acercarse a ella y preguntar si se encontraba bien. Tras su respuesta, pidió asistencia y fue reemplazada entre aplausos.