Garlan Eharialdea26
Aiala Zarautz38
GARLAN EHARIALDEA Aitziber, Nefer (1), Idoia, Raquel (2), Titza (7), Paula, Nerea (1), Nagore (4), Itziar (1), Ana, Betel (1), Lierni, Oihane, Hoda, Yurema (1) y Leticia (8).
AIALA ZARAUTZ Maider ()., Nora (9), Haizea (6), Ane A. (8), Nahia (2), Nerea (1), Ane H (4), Izei (4), Ainhoa ()., Haizea A., June (1) y Lide (3). Pabellón Sansomendi. Unos 100 espectadores.
vitoria - No se le presentaba fácil el pasado domingo la jornada al Eharialdea Garlan legumbres de la División de Honor Plata de balonmano. Las chicas de Iñaki Santamaría, antepenúltimas en la tabla con una sola victoria en ocho jornadas, recibían la visita de otro de los gallitos como el Aiala Zarautz que comandaba la clasificación junto a Usurbil y Sporting La Rioja. De este modo, si ya se presentaba complicado de antemano, las cosas se pusieron aún peor cuando, finalizando la ronda de calentamiento, se produjo la lesión de Ana. Un esguince de tobillo que le impidió saltar a la cancha y que probablemente la mantendrá apartada de la misma varias jornadas. En los primeros compases del partido se mantuvo el pulso en el marcador. Con los dos equipos parapetados en una defensa 6:0, las visitantes imponían su juego combinativo mientras que, en el bando local los lanzamientos exteriores de Titza permitían a su equipo no descolgarse. Pero la inexistente defensa vitoriana obligaba a Iñaki Santamaría a pedir su primer tiempo muerto en el tempranero minuto 8, pues el Zarautz había conseguido doblarles en el marcador 3-6. Algo se consiguió y la brecha se estabilizó hasta que el técnico visitante dio un toque de atención a las suyas en el minuto 21 con un 11-14 en el marcador. A partir de ese momento, sólo las acciones individuales de Titza y Leti sumaban en un ataque plano, sin ritmo y temeroso que sorteaba balones que las guipuzcoanas no dudaban en transformar en rápidos y efectivos contraataques. Con un 13-20 se llegó al descanso con la sensación, una vez más de no haber estado en el partido y haber perdido la identidad del equipo.
una defensa pasiva y timorata El segundo tiempo fue más de lo mismo. Mientras el Garlan seguía sin crear peligro con su juego ofensivo, lleno de dudas y en el que los lanzamientos no encontraban portería, el Aiala no encontraba oposición para perforar una y otra vez la portería de Aitziber, que estuvo todo el partido desamparada por sus compañeras. Prueba de la laxitud mostrada por las jugadoras locales en ambas partes de la cancha fueron los nueve goles zarauztarras conseguidos de contraataque por pérdidas alavesas y los ocho de penalti provocados por una defensa pasiva y timorata. Una vez jugado contra todos los equipos de la zona alta, es de esperar que el Ehari sea capaz de reconducir su situación y recuperar la garra y el carácter coral que han sido siempre las señas de identidad de este equipo. Porque vistos los últimos partidos, ardua labor le espera a Santamaría y sus ayudantes para enmendar la situación.