Vitoria - Fue un palo duro. De esos que suelen tener que masticarse en soledad ante lo que podría considerarse una injusticia. Un revés, deportivo en este caso, de los que un deportista profesional se va a encontrar con toda certeza a lo largo de su carrera. En el caso del atleta vitoriano, el mal trago se produjo en agosto, en plena canícula y con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en pleno auge. Iván Fernández, que había competido semanas atrás por lograr una de las tres plazas que la selección española de maratón concedía para disputar la gran cita del deporte, se quedó finalmente sin premio a pesar de haber logrado la mínima olímpica. El seleccionador español, Pepe Ríos, se decantó entonces por Javi Guerra, Carles Castillejo y Jesús España, quedando el alavés como suplente ante cualquier contingencia y obligándole a mantener los ritmos de entrenamiento para mantener la forma.

el sueño saltó por los aires Ese era el escenario hasta que el 11 de agosto, días antes de la prueba, Guerra anunció que renunciaba a la que iba a ser su primera experiencia olímpica debido a una tromboflebitis en la zona baja del gemelo de su pierna izquierda. A una semana vista de la gran oportunidad, el cielo se abrió para Iván, que aguardaba entonces en casa la llamada de urgencia del seleccionador para incorporarse a la concentración. Como estaba previsto. Pero el sueño saltó por los aires. Y el palo fue tremendo. Llegó sin avisar y sin anestesia. Una polémica decisión que quedó reducida a un insufiente tweet que elegaba “motivos técnicos” para justificar su ausencia. “Ese momento me lo reservo para mí y mi familia, que saben realmente cómo estaba. Pero para mí eso ya es historia. No quiero darle más vueltas a una devisión que no dependía de mí. Tengo la conciencia muy tranquila porque hice mi trabajo, que era estar preparado para cuando surgiera un imprevisto, como así fue, e insisto en que para mí este asunto ya es agua pasada y lo único que quiero ahora es centrarme y seguir trabajando para un día, esperemos que en los próximos Juegos, pueda competir”, resume el atleta. - DNA