IRUÑEA - Dice Joseba Ezkurdia que no, que ya no le duele tanto. Que la remontada que sufrió ante Aimar Olaizola, un superclase dentro del Cuatro y Medio, con siete txapelas en su casa, no le escoció del mismo modo que situaciones similares que tiene en la retina. En el Labrit de Iruñea, el sábado pasado, el voleísta de Arbizu tuvo contra las cuerdas al mejor manista de la historia dentro de la especialidad, que apenas conoce la derrota en el acotado. Le tuvo 16-21. Le tuvo tocado. Estaba Olaizola II a las puertas de jugarse en una última carta entrar en semifinales, después de sufrir ante Oinatz Bengoetxea, aliándose a la pizca de suerte de los campeones, y con el de Sakana lanzado. Ezkurdia estaba instalado a un centímetro de la orilla y de, casi casi, meterse en la antesala de la final. Un paso a priori pequeño por la distancia. Un paso gigante por la cercanía del goizuetarra. Una distancia kilométrica en la que quedó varado el arbizuarra. Pero dice que no. “No le doy importancia a lo de no cerrar los partidos. Al último encuentro no le he dado tanta importancia como le daba antes”, define a las puertas de jugarse la entrada a semifinales ante Oinatz en un partido a vida o muerte hoy, a partir de las 17.45 horas, en el Labrit de Iruñea.
El fantasma de Aimar se le ha aparecido varias veces al de Sakana para arrebatarle el sueño. En concreto, tres. Todas ellas dentro de la jaula. La primera fue en 2013, con el delantero recién aterrizado en el campeonato de Primera. Su escalada fue monumental: desde la raíz hasta la liguilla de cuartos, donde comenzó ganando a Xala. En Tolosa, Ezkurdia maniató la zurda de Olaizola II e, iba 16-18, cuando quedó atrapado en la red del goizuetarra. Perdió 22-18. Volvió a repetirse la película en la final del Cuatro y Medio de San Fermín en 2014. Joseba empezó como un toro y, aunque con menos diferencias, terminó claudicando 22-11. La última fue el pasado sábado. Además, en el retrovisor queda la revuelta de Mikel Urrutikoetxea en el acotado navarro en julio -del 10-20 al 22-21-, los zarpazos de Bengoetxea VI en el Manomanista de 2015 -del 18-20 al 22-20- o la derrota ante Juan Martínez de Irujo en el Cuatro y Medio de 2013 -del 16-18 al 22-21-.
Recita el de Sakana, pelotari trabajador como él solo y un portento de físico espectacular, que “no le he dado muchas vueltas al partido contra Aimar. Lo más importante es que fui competitivo y que puedo estar ahí”. No le quedan fantasmas. “No le doy importancia. Sabía que tenía que regalar poco. Me tuvo 7-2 y me hizo daño. El partido no se define solo en el último tramo. Me quedo con que soy competitivo”, certifica el joven delantero de Arbizu.
Aun así, aunque le quede al de Sakana en el palmarés la derrota, la realidad es que su mejora en las pugnas individuales ha sido sobresaliente. Analiza que su rumbo físico, trabajado a diario, cultivado a base de tajo, le ha hecho ascender. “He ganado en los últimos años mejores sensaciones en el Individual. Meto muchas horas trabajando en el físico. También en el apartado técnico con Jokin Etxaniz, tratando de mejorar el gancho. Mi intención es que se note en los partidos”, confiesa. Tal es su subida, que en todas las quinielas de los manistas entra que pueda coronarse en un futuro cercano. Siendo un delantero con un armazón que supera el 1,90, la explosividad de su juego le da una chispa especial y cada vez está más rápido. Si bien en sus inicios, donde deslumbró con una volea espectacular y una fuerza para enmarcar, se le achacaban problemas de desplazamiento; el trabajo le ha convertido en un pelotari notable para el Cuatro y Medio. A tener en cuenta.
el inicio De cara al choque ante Bengoetxea VI, el apartado físico será un factor a tener en cuenta. Ezkurdia hace hincapié en el inicio de la cita. “Hay que jugar muy bien y regalar poco. Oinatz juega mucho, mete ritmo y lo tengo difícil. Suele empezar a tope, con mucho ritmo. A ver si podemos aguantarlo. Quiero empezar mejor que el otro día, metido en el partido”, explica el de Arbizu, quien agrega que “Oinatz no deja ni respirar. Será complicado mantener ese nivel. Hay que sufrir y ponerle las cosas difíciles”. Asimismo, otro de los aspectos en los que incide Joseba es en el resto de saque. Tuvo problemas ante Aimar y tiene que restañarlos. “Últimamente me sentía cómodo con el resto de saque. Me metió cinco o seis saques y eso es demasiado para ganar a esa clase de adversarios. Tengo que mejorar en muchos aspectos y mi intención es seguir aprendiendo y dando pasos hacia adelante”, sostiene Ezkurdia.
Así las cosas, el pelotari de Sakana saldrá como ligerísimo favorito al Labrit de Iruñea con la recompensa de las semifinales en el morro, pero el pronóstico entre dos delanteros opuestos es incierto. “La semifinal es un buen premio. Este partido es muy especial y, además, lo jugamos en el Labrit”, cuenta Ezkurdia. Bengoetxea no lo pondrá fácil. La clasificación implica estar en la siguiente fase, donde espera rival Mikel Urrutikoetxea, el actual campeón.