vitoria - Las inmediaciones del bosque de Armentia se transformaron ayer en un improvisado campamento militar, donde 650 soldados tuvieron que lidiar con un circuito de trampas, peligros y sobre todo, mucha diversión. Porque lejos de mantener la rudeza característica del ejército estadounidense, la primera American Track celebrada en Vitoria -organizada por El Corte Inglés y con DIARIO DE NOTICIAS DE ALAVA como medio colaborador- fue el escenario ideal para que los participantes disfrutaran del deporte de una forma desenfadada y diferente. El circuito, emplazado a a lo largo de un escenario a la altura del evento como lo es el bosque alavés, fue testigo de excepción del singular reto. Sin clasificación ni elementos competitivos, los corredores solo tenían que preocuparse de no tropezarse con los neumáticos, de no rasgarse las vestiduras en las alambradas o de no llenarse de barro en exceso. Y es que uno de los elementos más atractivos para los no poco curiosos que se acercaron al evento fue contemplar la colección de disfraces que lucían la mayoría de participantes, a cada cual más cómico y friki. Pinturas de guerra, ropas con estampado de camuflaje e incluso narices de payaso eran algunos de los distintivos más usados entre la pintoresca muchedumbre. Hasta los más pequeños querían emular a los marines americanos en compañía de sus familiares, aunque no se les permitiera acceder a todos los obstáculos. Respecto a estos, había gran variedad: desde redes que simulaban enormes telas de araña hasta inclinados terraplenes, pasando por tubos donde había que arrastrarse para pasarlos o vallas de atletismo, al más puro estilo olímpico. Pero sin duda, el elemento estrella del circuito era la piscina de espuma situada a pocos metros de la zona de salida, donde los participantes aprovecharon la buena temperatura del domingo para darse un, en ocasiones, atropellado chapuzón. Hasta la salida fue excepcionalmente llamativa, con los participantes sentados en el suelo. La diversidad de colores y disfraces formó, en este inicio de la prueba, un singular mosaico que raramente se podrá ver en una carrera de otras características más competitivas. En definitiva, la American Track trajo a Vitoria la originalidad y extravagancia americanas. La disciplina militar, para otra ocasión.