Madrid - El Real Madrid se apuntó de nuevo, como en el año 2000 en el nacimiento de la Euroliga, a un debut victorioso ante el Olympiacos, guiado de la mano de un Sergio Llull que fue el máximo anotador con 22 puntos. No fue una victoria tan sencilla como puede indicar el marcador a primera vista, ya que el equipo madridista sólo pudo respirar con cierta tranquilidad en los últimos minutos, cuando el equipo griego arrojó la toalla.
La superioridad griega en el rebote en la primera mitad (14-19) dio como resultado que al descanso las fuerzas estaban más que igualadas, (42-40). Los dos equipos demostraron que estamos en los albores de la temporada y que todavía les faltan entrenamientos para alcanzar la forma física ideal de sus jugadores y el acoplamiento necesario para que la maquinaria funcione a la perfección. Tras el descanso, las defensas subieron un par de escalones y tanto Madrid como Olympiacos tapiaron su aro para el rival. Doncic, decisivo a sus 17 años, elevó la renta a 12 puntos (75-63) a falta de tres minutos, y a 13, con un triple a falta de poco más de un minuto. El partido ya estaba cerrado. - Efe