Eharialdea32

BM Salud Tenerife10

EHARIALDEA Aitziber, Leticia (5), Raquel (1), Paula (4), Nerea (1), Itziar, Titza (1), Idoia, Oihane, Hoda (1), Alicia (1), Yurema (6), María (5), Nagore (7), Nefer y Ana.

BM SALUD TENERIFE Xiomara, Lara (1), Alba, Amanda, Miriam, Carla, Saray (1), Amanda V. (2), Cristina, Noelia (2), Bárbara (1) y Yara (3),

Jornada 4ª.

Parciales 14+18 y 4+6.

Pabellón Sansomendi.

vitORIA - Tras un inicio de temporada malo en cuanto a resultados, que por el juego desarrollado, el Garlan Legumbres se presentaba este fin de semana por primera vez esta temporada ante su público en Sansomendi. Los cero puntos con los que cerraba la tabla corrían el riesgo de empezar a convertirse en una losa si no conseguía imponerse al Salud de Tenerife, conjunto que tampoco había logrado ningún punto pero que había disputado un partido menos. No fue un partido bonito. Las visitantes, con problemas en la plantilla, se presentaron en Vitoria con cinco jugadoras de categoría juvenil y con muy poco juego que proponer. Con un ataque poco incisivo, lo fiaron todo al lanzamiento exterior con 22 intentos y a buscar la suerte por los extremos con otros 12. Como se deduce fácilmente del marcador final, ninguna de las dos opciones les dio el resultado apetecido, puesto que tanto Aitziber como la debutante Oihane se bastaron para cerrar la portería consiguiendo ambas una efectividad superior al 50%. En defensa tampoco se mostraron las tinerfeñas como un equipo sólido. Ya fuese con el 6-0 inicial como con el 5-1 al que recurrieron después, resultaron ser un conjunto flojo, sin mordiente, poco activo y con respuestas tardías como muestran los nueve penaltis cometidos o los 11 goles que las locales consiguieron desde la posición de pivote. En cuanto a las chicas del Eharialdea, ya fuera por la tensión clasificatoria y la urgencia de sacar los dos puntos o por contagio del rival, lo cierto es que les costó aterrizar en el partido con un rosario de desaciertos y pérdidas tontas de balón que, en el otro lado de la cancha, se reflejaban en una pasividad total. Así, la primera falta de las locales se produjo en el minuto 8 de partido con el marcador empatado a 2. Pero había tan poco rival que en cuanto se asentaron un poco los nervios y se activó un poco la defensa vitoriana la brecha en el marcador comenzó a crecer hasta el 32-10 final.

La diferencia entre ambos equipos era tal que el conjunto local no sólo no notó las ausencias de Miry y Betel sino que Iñaki Santamaría pudo dar minutos de calidad a las jugadoras menos habituales así como a las juveniles Alicia y Hoda que mantuvieron el nivel de las veteranas. En resumen, importante victoria contra un equipo que, con toda seguridad, será otro cuando, en la segunda vuelta, consiga recomponer la plantilla.- DNA