Italia1
España1
ITALIA Buffon; Barzagli, Bonucci, Romagnoli; Florenzi, Montolivo (Bonaventura, m.30), De Rossi, Parolo (Belotti, m.76), De Sciglio; Eder y Pellé (Inmobile, m.59).
ESPAÑA De Gea, Carvajal, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba (Nacho, m.22), Busquets, Koke, Iniesta, Silva, Vitolo (Thiago, m.84) y Diego Costa (Morata, m.67).
Goles 0-1 m.55: Vitolo. 1-1 m.82: De Rossi.
Árbitro Felix Brych (GER). Amonestó a Parolo (49) y Bonaventura (63) y Bonucci (86) por Italia; y a Busquets (27), Vitolo (44), Diego Costa (45), Ramos (75) y Piqué (85) por España.
Estadio Juventus Stadium. 37.000 espectadores.
TURÍN - La Roja pasó de exhibirse en Turín, con Buffon poniendo solución a la falta de pegada de Italia tras su grave error que permitió marcar a Vitolo, a ceder un empate ante Italia en un duelo de estilos, por un penalti innecesario y riguroso a nueve minutos del final.
Apenas tres meses han pasado del Italia-España que significó el triste final de la era Del Bosque. Lo ocurrido en aquella tarde negra en París, en la que Italia atropelló a España. La superó en todos los aspectos del juego, comenzando por la ambición, y la mandó para casa.
La reacción de La Roja llegó ayer, donde no culminó la revancha pero se dejaron síntomas que invitan al optimismo en el duelo por el único puesto que da acceso directo al Mundial de Rusia. Con Julen Lopetegui dando un recital de pizarra, con un estudio excelente del rival para anular cualquier virtud de Italia y convertirla en una selección menor. Pero sin cerrar el partido ni reaccionar ante el movimiento táctico final de su rival.
La personalidad de España arrinconó a su rival y la azzurra no dudó en dar un paso atrás con descaro pese a jugar de local. El dominio de La Roja fue insultante. Un 78% de posesión en el primer acto. Hasta nueve córners a favor. Un dibujo táctico 4-2-3-1, con líneas juntas muy trabajadas, la presión alta. Robos en terreno rival y posesión con velocidad. Para la perfección solo faltaba la pegada.
Todo fue España. Lo preocupante es que le faltó definición para terminar de asombrar con su juego. Iniesta tomaba el mando en su regreso tras la Eurocopa. Por él pasaba todo el juego entre líneas por el centro. Sus encuentros con Silva son oro puro. Encontraban los desmarques continuos de Diego Costa, que se perdía en enfrentamientos absurdos.
En la reanudación, el dominio de España, con Koke omnipresente, encontró el premio deseado de la forma menos esperada. Era el minuto 55 cuando un pase en largo de Busquets a la velocidad de Vitolo, provocó la salida de su zona de seguridad de Buffon, que despejó al aire, y dejó el tanto a puerta vacía.
Era el justo premio al fútbol de España y el acicate que necesitaba Italia para despertar. Se quitó de encima los miedos de un duelo clave de la fase de clasificación, adelantó líneas y se lanzó hacia otro tipo de partido. Sin la calidad de generaciones anteriores pero con el corazón para poner en peligro a cualquier rival. Un remate de Pellé a centro desde la izquierda fue el impulso definitivo.
Ventura reaccionó, cambió el dibujo y acabó con tres delanteros. No hubo reacción desde el banquillo español, que retiró a Diego Costa cuando debió ser expulsado.
Fue el momento en el que llegó la acción decisiva del partido. Koke regaló un pase perfecto al espacio para dejar solo a Vitolo ante Buffon. En carrera, perdonó el mano a mano.
El empuje italiano terminó poniendo contra las cuerdas a España, y a nueve minutos del final Éder tocó de puntera y cayó tras un contacto con Sergio Ramos. El colegiado no señaló penalti pero corrigió tras consultar al juez de línea. De Rossi definió con la tranquilidad del veterano y el partido acabó con un empate más agrio para España que para Italia.