RÍO DE JANEIRO - Del todo a la nada en menos de 24 horas, Garbiñe Muguruza enterró sus opciones de lograr una medalla individual en los Juegos Olímpicos de Río con uno de esos partidos en los que no parece una ganadora y finalista de Grand Slam, sino una jugadora que deambule por los torneos menores. La vasco-venezolana cedió por 6-1 y 6-1 en menos de una hora ante la portorriqueña Mónica Puig, que se encontró con la oportunidad de lograr la mejor victoria de su carrera.

Rafa Nadal tuvo que acudir con su victoria ante Andreas Seppi al rescate de la delegación española porque antes que Muguruza habían caído Carla Suárez y David Ferrer. La canaria sufrió una derrota entendible ante Madison Keys, novena del mundo, que estuvo más firme en el tercer set. Por su parte, el alicantino se llevó el primer set ante Eugeny Donskoy, pero el imprevisible ruso se rehizo y se anotó el partido ante un rival que no logra enderezar su temporada.

La derrota de Garbiñe Muguruza fue totalmente inesperada, sobre todo por la forma. Fue una bofetada, un batacazo, por más que la jugadora de Caracas acostumbre a dejar partidos como el de ayer en esa línea irregular que le acompaña desde que accedió a los puestos altos de la clasificación mundial. Abandonada por su servicio desde el primer set, cuando ya había cometido cuatro dobles faltas y había sacado con un pobre 47% de efectividad, Muguruza, atropellada por la bola de Puig, fue cediendo terreno y nunca encontró la forma de dar la vuelta al partido. Tiró siempre a todo o nada, sin paciencia, y acumuló errores no forzados: 29 en total, a una media de dos por juego. La portorriqueña, que va progresando poco a poco en el ranking, cogió toda la confianza, peleó cada bola y propinó una paliza a la número 4 del mundo, que había tenido un inicio muy prometedor en los Juegos, pero ayer, de nuevo, dio la de arena.

“Nunca he visto a Puig jugar de esta manera. Se ha juntado eso y que no he tenido un día muy acertado. Pero ha sido más un problema de cómo dar la vuelta a un partido en el que no me están saliendo las cosas. No he sabido contrarrestarla”, reconoció la vasco-venezolana, que también se quejó por la dureza del torneo olímpico.

Al llegar a Río se mostró dispuesta a aceptar el exigente reto de disputar las tres modalidades, pero ayer se dio cuenta de que “son muchos partidos”. “No me parece bien que se hagan unos Juegos en una semana. Si quieres jugar las tres competiciones es muy difícil. Si hubiera ganado tendría tres partidos mañana y pasado y no es adecuado. No me parece lógico”, comentó. El problema es que el calendario del tenis está muy apretado y la semana que viene ya empezarán los torneos preparatorios del US Open.

Para corroborar esa queja, Muguruza tenía que afrontar solo unas horas después el duelo de dobles con Carla Suárez, contra los belgas Flipkens y Wickmayer, para el que dijo estar “muy motivada. Paso página”.

una pareja mediática Y a partir de hoy, la tenista de Caracas disputará con Rafa Nadal los dobles mixtos, donde ganar tres partidos asegura, al menos, la medalla de bronce. Partiendo como terceros cabezas de serie, el sorteo emparejó a la pareja más mediática del torneo, una inhabitual combinación que todo el mundo está deseando ver porque quizás no se vuelva a repetir, con los checos Radek Stepanek y Lucie Radecka, unos rivales muy complicados.

Por su parte, Nadal sí sigue vivo en su particular tour de force tras ganar al italiano Seppi unas horas después de haber disputado un largo partido de dobles junto a Marc López para eliminar a Del Potro y González. El balear jugará en busca de los cuartos de final del torneo individual ante el francés Gilles Simon en una parte que invita a medalla después de la eliminación de Novak Djokovic. A última hora de ayer jugó los cuartos de final de dobles ante los austriacos Marach y Peya.