Vitoria - Patxi Peula ha aprovechado el Campeonato de Europa de patinaje que durante esta semana se ha celebrado en la localidad holandesa de Heerde para reafirmarse como uno de los grandes especialistas en este deporte y regresar por sus fueros después de u año 2015 en el que no brilló justo después de haberse proclamado campeón del mundo en 2014. La máxima cita del calendario será su gran reto en septiembre, pero en el camino hacia el Mundial de China su grandiosa actuación en el Campeonato de Europa no hace más que reafirmar que el patinador vitoriano se encuentra en un estado de forma excepcional que invita al optimismo de cara al futuro inmediato. Peula abandona Holanda con dos medallas de bronce en las pruebas de 10.000 puntos eliminación en pista y en el maratón y otros dos cuartos puestos en 1.000 pista y 10.000 puntuación en pista. Un bagaje sobresaliente que podía haber sido incluso mayor de haber contado con el apoyo de una selección, ya que sus principales competidores estaban en equipos de tres o más componentes, mientras que el alavés tuvo que pelear en solitario.

El patinador del Marianistas completó el sábado una semana sensacional que había arrancado con la medalla de bronce en la prueba de 10.000 puntuación eliminación en pista consiguiendo subir de nuevo al tercer escalón del podio, en esta ocasión en un maratón en el que el vitoriano sacó a relucir su condición de gran fondista para hacerse con la presea en un apretado esprint final por detrás del holandés Gary Hekman y del belga Bart Swings. Poderosos oponentes que, además, corrieron arropados por grandes selecciones. Todo lo contrario que Peula, quien hubo de buscarse la vida durante las dieciocho vueltas al circuito de 2,5 kilómetros aguardando al tramo final para lanzar su ataque definitivo que le llevó finalmente al tercer puesto.

Con estos grandes resultados en el Campeonato de Europa, el patinador alavés centra ahora sus miras en el Campeonato del Mundo. Quiere Peula repetir la experiencia de 2014, cuando ya se proclamó como el mejor del planeta. Y su gran estado hace albergar esperanzas. - DNA