bilbao - Reciente campeón de España contrarreloj, Ion Izagirre (4 de febrero de 1989, Ormaiztegi) acude al Tour de Francia -“la mejor carrera del mundo”, establece- con las alforjas repletas de ilusión y la única expectativa de “ayudar a Nairo” a ganar la carrera francesa. El ciclista de Ormaiztegi asoma como uno de los puntales del colombiano para las numerosas etapas de montaña de la Grande Boucle.
Nairo Quintana, su jefe de filas, parte como uno de los grandes favoritos. ¿Cómo le ve?
-Está muy bien. Creo que tiene opciones de ganar el Tour. Ya ha demostrado que es un hombre que va bien en pruebas de tres semanas, que conoce bien esta carrera y pese a su juventud tiene madurez y saber estar. Su regularidad, hace que junto a Froome y Contador, sea uno los máximos favoritos a ganar la carrera.
¿Tiene claro que la carrera estará entre esos tres?
-A primera vista siempre son los favoritos, pero no conviene descartar a otros corredores que también están muy bien. Son 21 días, pasan muchas cosas y los demás también son grandes corredores. Sí que es verdad que Froome, siendo ganador de Tours, es quizá el principal rival de Quintana.
El plan A de Movistar es vencer el Tour con Nairo Quintana. ¿Existe un plan B?
- Ganar el Tour con Quintana es nuestro plan A, B y C.
La montaña asoma en la temida primera semana. ¿Obligará esa circunstancia a estar más atento en carrera?
-Yo diría que no. La primera semana es peligrosa de por sí. Siempre hay algo. Es difícil porque hay tensión, mucha velocidad y nervios. Pueden pasar mil cosas. Esperemos estar bien, delante, y no tener mala suerte las caídas. El Tour es el Tour y siempre son recorridos difíciles, complicados y duros.
¿Le han asignado un rol concreto para ayudar a Quintana en su reto?
-Todavía no hemos hablado sobre qué función concreta tendré dentro del equipo, pero la idea es estar cerca de Nairo en las etapas de montaña y también en las medio montaña. Hay que estar al lado de él y arroparle.
¿Le hace especial ilusión correr el Tour?
-Sí, sí. Es la mejor carrera del mundo. La que más repercusión tiene y siempre es ilusionante correrlo. Aquí, en casa, es una carrera que hemos visto desde pequeños y luego desde la cuneta, en Pirineos. Es un carrera especial. Teniendo a Nairo con muchas posibilidades de ganarla y poder aportar esa granito de arena es una motivación.
Usted llega muy bien de forma al Tour. Algo fundamental.
-Hasta ahora me están saliendo muy bien las cosas y la verdad es que tampoco he tenido contratiempos de salud salvo lo de la Vuelta al País Vasco, que fueron dos días. Por lo demás he podido entrenar bien, descansar y planificar con tranquilidad la temporada. Los resultados son la consecuencia de todo eso.
Eso le otorgará un plus de confianza.
-Sí. La confianza es muy importante. En el Tour me encontraré con los mismos contrincantes con los que he corrido y he estado delante en otras pruebas. Espero que en el Tour pueda dar ese rendimiento.
¿Dónde situaría las etapas clave del Tour?
-Es una carrera que se puede decidir todos los días. No te puedes relajar ni un solo día en el Tour. El año pasado, en la etapa de Zelanda, se hicieron los abanicos y de allí se salió perdiendo un minuto y pico, que es mucho. Empezar a contrapié no es conveniente. Será importante llegar bien a la última semana donde las etapas son muy duras. Pienso que en los Pirineos ya se sabrá un poco quién está para poder ganar y quién no. Esas primeras llegadas en alto, las etapas del Tourmalet y Arcalís harán un poco la limpieza.
Se espera una pelea entre Movistar y Sky una vez comprobado el potencial de ambas escuadras.
-Tiene que ver con los gallos que hay. Ya veremos qué pasa. Pero sí, creo que ambos equipos damos respeto. Los dos equipos somos potentes.
El ejército francés ha cedido una cámara térmica a la organización para detectar motores ocultos en las bicicletas. ¿Qué opinión le merece la medida?
-Es como la persecución del dopaje con su sistema de control y seguimiento. Esto es otra cosa más. Cuando apareció el motor en los mundiales de ciclocross se encendieron todas las alarmas y hay miedo. A mí no me importa que se persiga. No sé si hay motores o no. Lo que sí sé es que yo no lo llevo. Cada uno sabrá lo que lleva o no lleva.