no ha sido la Eurocopa de España ni, por ende, la de ninguno de los 23 jugadores convocados por Vicente del Bosque para intentar asaltar un nuevo título europeo. Italia, verdugo en la tarde de ayer del combinado español, sacó las vergüenzas a un equipo perdido en la primera mitad y levemente mejorado después de la irrupción de Aritz Aduriz tras el tiempo de descanso.
Fue entonces cuando el seleccionador de España optó por dar vuelo al delantero del Athletic, todo pundonor y energía sobre el césped del Stade de France de Saint-Denis, donde una lesión muscular obligó al donostiarra a abandonar el terreno de juego en el minuto 80. Pedro Rodríguez fue el elegido para sustituir a Aduriz, destinado a concluir la Eurocopa de la peor manera posible. Su incidencia directa en el torneo, además, se reduce a cuatro suplencias y tres partidos con minutos de por medio, pero siempre con los encuentros cuesta arriba.
La inquebrantable confianza de Del Bosque en Álvaro Morata, el escogido para saltar de inicio contra la República Checa, Turquía, Croacia e Italia, ha impedido ver en acción al máximo artillero rojiblanco durante más de 35 minutos por choque.
La escasa media hora de la que dispuso ayer Aduriz para intentar levantar a España, misión que también le fue encomendada en el estreno ante la República Checa y en el cierre del grupo D frente a Croacia, fue la opción más jugosa de la que ha dispuesto el punta en Francia para tratar de dejar su huella en su condición de vigente pichichi de la Europa League. Los reproches generalizados, no obstante, no alcanzan su figura. En el descalabro colectivo ante Italia, no en vano, Aduriz ejerció su oficio de delantero centro con nota, mostrándose siempre operativo hasta sentir la dolencia muscular que le obligó a poner rumbo al banquillo.
Entre el minuto 46 y 80, su puesta en escena resultó satisfactoria. También notablemente accidentada, pues solo habían transcurrido once minutos desde su aparición cuando un intento de remate de cabeza le ocasionó una dolorosa caída de la que le costó recuperarse. La acción, para más inri, produjo a Aduriz una hemorragia nasal que no impidió su rápida reincorporación a un partido en el que buscó el gol con ahínco. Lo tuvo en su pie izquierdo en el minuto 69, cuando el balón fue a parar a su posición al borde del área grande. El 20 de España y del Athletic no se lo pensó, conectó un zurdazo en busca del poste derecho de la portería de Gianluigi Buffon, pero su disparo no encontró el destino deseado. Sí lo hizo un espléndido pase entre líneas a Lucas Vázquez, cuya situación antirreglamentaria desbarató la jugada.
La suerte, esquiva en Francia, no acompañó a Aduriz, premiado aun así con su activa presencia en la Eurocopa en su mejor temporada goleadora con un total de 36 dianas con carácter oficial. El objetivo del donostiarra, desde anoche, radica en completar una satisfactoria recuperación física que le permita afrontar la pretemporada con el Athletic en óptimas condiciones.
una experiencia agridulce Quien no tuvo la oportunidad de porfiar por el éxito a título individual fue Mikel San José. El centrocampista iruindarra, citado por Del Bosque debido a la capacidad del rojiblanco para actuar como pivote y central, no disfrutó en Francia de una sola opción para vestirse de corto.
El partido contra Italia, muy superior a España en Saint-Denis, fue el último de los cuatro que San José se vio abocado a ver desde el banquillo, donde ha vivido una experiencia agridulce. Ya de vacaciones, tanto él como Aduriz cargarán las pilas con la mente en rojo y blanco.