ARGENTINA Sergio Romero; Nicolás Otamendi, Marcos Rojo, Gabriel Mercado, Ramiro Funes Mori; Javier Mascherano, Lucas Biglia, Éver Banega (m. 111, Erik Lamela); Ángel di María (m.57, Matías Kranevitter), Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (m.69, Sergio Agüero).
CHILE Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour; Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal; José Pedro Fuenzalida (m.79, Edson Puch), Eduardo Vargas (m.109, Nicolás Castillo) y Alexis Sánchez (m.103, Francisco Silva).
Árbitro Heber Lopes (Brasil). Expulsó por doble amarilla a Marcelo Díaz (m.28) y por roja directa a Rojo (m.43). Amonestó por Argentina a Mascherano, Messi y Kranevitter; por Chile a Vidal, Beausejour y Aránguiz.
Estadio Metlife, de East Rutherford (Nueva Jersey, Estados Unidos), ante 82.026 espectadores.
East Rutherford - El jugador argentino Lionel Messi anunció ayer su adiós a la selección tras perder una nueva final, en esta ocasión la de la Copa América Centenario ante Chile en la tanda de penaltis. “Pensándolo mucho en el vestuario, creo que ya está para mí la selección, ya se terminó. La peleé mucho, lo intenté, son cuatro finales y no pude ganarlas. Hice todo lo posible. Me duele más que a ninguno pero es evidente que no es para mí. Deseaba más que ninguno un título con la selección y lamentablemente no se me dio”, declaró el capitán de la albiceleste tras el partido.
Chile revalidó su título de Copa América al derrotar a Argentina en los penaltis, en un partido duro, intenso y con poco fútbol, casi calcado a la final del año pasado y en el que ambos equipos tuvieron una expulsión en la primera mitad.
Francisco Silva anotó el gol decisivo en la tanda de penaltis y dio a Chile la segunda Copa América de su historia, la segunda seguida, todo un hito que supone una recompensa para la que es, probablemente, la mejor generación de futbolistas de este país. Con su victoria de ayer, Chile redondeó un gran torneo en el que fue de menos a más, que comenzó con derrota ante Argentina y que culminó en forma de dulce revancha.
Para Argentina, la derrota es un nuevo varapalo, un nuevo gesto cruel del destino, la tercera final perdida en tres años, tras la del Mundial de Brasil y la Copa América de Chile, ocasiones en las que la gloria también le fue esquiva en una prórroga agónica y en los penaltis.
Son tres finales seguidas, con sus correspondientes alargues, en la que la Argentina de Messi no ve puerta, ayer en un partido muy discreto de sus tres delanteros.
Lionel Messi, siempre vigilado de cerca por varios defensas rivales, estuvo alejado del área chilena, Higuaín falló de forma estrepitosa una ocasión que podría haber cambiado el rumbo del partido y el aporte de Ángel di María fue testimonial. - Efe