parís - Vicente del Bosque no es amigo de los grandes titulares. Siempre sereno, medido y respetuoso con el rival más allá de su identidad, el seleccionador español acostumbra a mantener la calma sea cual sea la situación y el reto que llame a la puerta del combinado español. Ayer, en la sala de prensa del estadio de Saint-Denis, el técnico salmantino volvió a hacer gala de su templanza ante las numerosas preguntas de los periodistas, deseosos de escarbar en sus sensaciones previas al cruce de esta tarde con Italia.

“Jugamos contra una selección muy sólida, por lo que van a ser importantes los centrocampistas, pero necesitamos que todo el mundo haga bien su trabajo”, apuntó Del Bosque, que quiso recalcar que el choque de hoy no tendrá nada que ver con el de la final de la Eurocopa de 2012, en el que España se impuso por un inapelable 4-0. “Este partido no se parecerá al que jugamos entonces, porque ellos llegaron muy mermados físicamente y nos beneficiamos de ello”, afirmó ayer el seleccionador español, que considera que los dos equipos afrontan la cita de Saint-Denis con opciones similares. “¿Favoritos? Les tenemos respeto, creo que tenemos equipos equiparables y que el favoritismo está repartido”, indicó Del Bosque.

El timonel de la nave española también resaltó que de cara a esta tarde espera que “ellos tengan que estar más pendientes de nosotros que al revés”. Para conseguir su objetivo y avanzar hasta los cuartos de final, el técnico volverá a recurrir a los hombres por los que ha apostado en la fase de grupos. Entre ellos, Álvaro Morata, hacia quien Del Bosque volvió a rendirse en elogios al apuntar que “se ha curtido, confiamos muchísimo en él y su etapa en Italia le ha ayudado mucho”. En cuanto a su estado de ánimo previo al choque frente a Italia, el entrenador español confesó su felicidad, puesto que “soy feliz aquí representando a mi país. Somos uno de los equipos que todavía pueden ser campeones de la Eurocopa”.

Para preparar el envite, Del Bosque cuenta con todos los jugadores a su disposición. Y es que ninguno de los 23 citados presenta problemas físicos, aunque no se esperan variaciones en la alineación. Tampoco en el estilo de juego de España, que seguirá apostando por el juego alegre y combinativo que le caracteriza en los últimos años. “Me gustaría llevar la iniciativa”, advirtió en la tarde de ayer el propio Del Bosque.

los jugadores, en alerta Cesc Fábregas y Morata, por su parte, hicieron hincapié en la importancia de completar un “gran partido” para descabalgar del campeonato a Italia. “Vamos a tener que estar muy bien para ganar, porque sabemos que son una selección fuerte y difícil de defender, aunque nosotros también tenemos nuestro estilo para atacar con ciertas variantes”.

El centrocampista del Chelsea, además, se mostró cauto a la hora de analizar el papel de no favorito que han adoptado los futbolistas italianos de cara al envite de octavos. “No me creo que no se sientan favoritos. Tienen un entrenador que estudia mucho a los rivales y son muy buenos”, señaló Fábregas, que volverá a ser titular en el centro del campo de España. Como punta de lanza actuará Morata, que suma tres goles en el torneo. El ya exdelantero de la Juventus subrayó ayer que el cuadro azzurro “defiende muy bien, por lo que sabemos que va a ser complicado, pero nosotros somos España y tenemos grandes jugadores”. El madrileño, además, reconoció que “jugar en Italia y atacar contra sus defensas me ha hecho mejor jugador”.

En Saint-Denis, Morata se reencontrará con Gianluigi Buffon, excompañero en la Juventus. El delantero español, con tres dianas en otros tantos partidos en esta Eurocopa, contra una leyenda en la portería italiana, que a sus 38 años encara su último torneo continental y la última oportunidad de levantar uno de los títulos que le faltan, junto a la Liga de Campeones, en su impresionante palmarés desde su debut en 1995.