Gales1 - Irlanda del Norte0
GALES: Hennessey; Chester, A. Williams, Davies; Gunter, Allen, Ledley (Min. 63, Williams), Ramsey, Taylor; Bale, Vokes (Min. 55, Robson-Kanu).
IRLANDA DEL NORTE: McGovern; Hughes, McAuley (Min. 84, Magennis), Cathcart, J. Evans; Ward (Min. 70, Washington), Davis, C. Eans, Norwood (Min. 79, McGinn), Dallas; Lafferty.
Gol: 1-0: Min. 75; McAuley, en propia puerta.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Amonestó a los galeses Taylor y Ramsey y a los norirlandeses Dallas y Davis.
Incidencias: Partido de octavos de final de la Eurocopa disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 48.000 espectadores.
París - Gales ha hecho historia casi por accidente. Los dragones jugarán los cuartos de final de la primera Eurocopa de su historia después de superar en un partido de un nivel paupérrimo a Irlanda del Norte, que quiso jugar sus bazas y se encontró con un golpe de la mala suerte que evitó la tanda de penaltis a la que el choque entre selecciones británicas se estaba condenado porque ninguno de los dos equipos parecía capaz de mover el marcador. Un centro de Gareth Bale desde la izquierda tras una jugada en la que pudo combinar con Ramsey fue desviado a gol por McCauley de forma inapelable.
Un suceso de este tipo o una jugada a balón parado surgieron como las únicas maneras de marcar gol en un choque trabado en el que Irlanda del Norte cedió la iniciativa a Gales, que se había adjudicado la condición de favorito y se encontró sin argumentos para rentabilizar su dominio de la posesión. Con un centro del campo pobladísimo y una excelente presión, Michael O’Neill quiso aislar a las piezas de más calidad de los rojos. Bale quería moverse por la derecha en busca de diagonales que rompieran la estructura verde, pero apenas podía participar porque Ramsey y Allen tenían que bajar muchos metros para tratar de recibir e hilar algo de juego. Así, el primero de ellos, gran llegador, quedó fuera de su área de influencia. La única vez que lo logró marcó, pero en posición de fuera de juego.
La primera ocasión de gol había sido norirlandesa cuando un disparo de Dallas en el minuto 10 fue rechazado por Hennessey. Unos minutos después, Ward volvió a probar al meta galés. En realidad, el peligro era de Irlanda del Norte ya que Gales consumió la primera parte sin un disparo entre los tres palos. Llegar hasta el área era como buscar carbón en la mina, había que tener una paciencia y un sentido de la combinación a los que no están habituados los jugadores de Chris Coleman. El toque para ellos era un marrón y obligados a mandar balones largos estos morían en la defensa de Irlanda del Norte, muy cómoda y siempre en situaciones de superioridad numérica.
En la segunda parte, el guion del partido no cambió. Incluso, Irlanda del Norte se parapetó aún más y, con Lafferty fundido, ni siquiera se asomó por el área rival. Ni falta que le hacía porque con poco le alcanzaba para mantenerse en el partido. En el minuto 53, Vokes remató fuera de cabeza en una situación relativamente ventajosa, visto cómo estaba el partido, y cuatro después, Bale se apuntó el único remate que obligó a McGovern a intervenir en una falta directa que el madridista lanzó con su habitual veneno y colocación.
con un gol bastaba Coleman trató de mover el banquillo en busca de alguna solución. La entrada de Williams añadió una pieza para enredar entre las pobladas líneas de Irlanda del Norte. Ramsey no dejaba de intentarlo, Bale se movía por todo el frente en busca de algún resquicio en la muralla, pero el partido seguía insulso, el balón iba y venía y ya estaba claro que quien marcara un gol se iba a llevar una victoria histórica para cualquiera de los dos.
En el minuto 76, Bale y Ramsey pudieron generar un dos contra uno en la banda izquierda, la estrella y máximo goleador de Gales en la Eurocopa puso un centro muy complicado para la defensa y el portero que encontró la bota de McCauley y la red de la portería norirlandesa. Fue una acción que resumió un duelo de muy bajo perfil que depositó a la selección del dragón en los cuartos de final porque Irlanda del Norte no tenía cómo darle la vuelta en el cuarto de hora que quedaba. A partir de ahora, cualquier cosa puede pasar porque Gales ya no va a ser favorito y serán otros los que tengan que asumir la responsabilidad. El trago del duelo británico ya está pasado, aunque fuera por un accidente del fútbol.