En la película Los gemelos golpean dos veces, Julius, interpretado por Arnold Schwarzenegger y, Vicent, al que da vida Danny DeVito, forman la pareja de hermanos llamados a ser idénticos más desigual de toda la historia. Alto, atlético y brillante intelectualmente el primero, radicalmente opuesto el segundo. Por contra, los Berezutski, Aleksei y Vasili, son de esos que incluso hacen sufrir a sus más allegados a la hora de distinguirles. No es solo que físicamente sean como dos gotas de agua -Aleksei, el mayor por cuestión de escasos minutos, ha alcanzado el 1,90 y es un centímetro más alto que su hermano-, sino que en el plano futbolístico ambos debutaron en la selección de Rusia prácticamente a la vez, en 2003, comparten posición sobre el terreno de juego -pueden ocupar diversas posiciones, pero siempre actuando en la zaga- y prácticamente su carrera ha sido calcada. Comparten camiseta en el CSKA de Moscú desde 2002 y, de hecho, en 16 años como profesionales solo en uno no han compartido vestuario.
Los Berezutski nacieron en Moscú tal día como hoy hace 34 años. En su relación particular -dicen ser extraordinariamente competitivos fuera de los terrenos de juego- Aleksei siempre fue el espejo en el que mirarse para Vasili, aunque su condición de hermano mayor fuera por cuestión de segundos. Primero practicaron baloncesto porque ese fue el deporte que enganchó inicialmente a Aleksei y desde los ocho años se dedicaron a dar patadas al balón por la misma razón. A esa edad ingresaron en la escuela de fútbol Smena, la que más cerca estaba del hogar familiar. Tuvieron algún pequeño desencanto, como aquellos meses en los que quisieron colgar las botas porque su equipo había sido relegado de la primera división escolar y la nueva categoría les aburría, pero en 1997 un ojeador del Torpedo ZIL, club moscovita que se había fundado ese mismo año, decidió incorporarles a sus categorías inferiores. Allí encontraron un ecosistema ideal para su desarrollo y la seriedad que echaban de menos en un equipo de colegio y decidieron apostar el todo por el todo por el fútbol profesional.
No se equivocaron. Ambos debutaron en la primera división rusa formando la pareja de centrales del Torpedo cuando solo tenían 17 años y diez meses después Alexei ya había sido reclutado por el CSKA Moscú. Vasili solo necesitó un curso más para seguir sus pasos. Ese año 2001 fue el único en el que jugaron en equipos distintos y la primera vez que se enfrentaron sobre un terreno de juego, Alexei cedido en el Chernomorets y Vasili aún en el Torpedo. “Me marcó en todos los córners y me hizo falta en todos ellos”, bromeaba hace un par de años el mayor de los gemelos en una entrevista en la página web de la UEFA.
Distinguirles por la nariz Los gemelos moscovitas se han acostumbrado a que les pregunten por su extraordinario parecido. Ellos acostumbran a contestar que el que lleve tiempo viéndoles jugar no tendrá problemas para distinguir quién es quien, ya que Aleksei es zurdo y Vasili es derecho. O sino, el último recurso es fijarse en sus narices. “La mía es única. He tenido que pasar cinco veces por el quirófano para arreglar mi tabique nasal”, bromeaba el mayor de los Berezutski en una entrevista en la web El Enganche. Sin embargo, hay a quien les cuesta distinguirles pese a estas pistas e incluso se cuenta que la primera vez que Aleksei tuvo el honor de lucir el brazalete de capitán en la selección, en un amistoso celebrado ante Rumanía en 2008, fue simplemente porque era la única forma que tenía para diferenciarles Guus Hiddink, seleccionador de Rusia por aquel entonces.
Anécdotas aparte, los Berezutski aseguran que su condición de gemelos ha sido beneficiosa en su carrera, pues al compartir posición defensiva en el campo su entendimiento es un plus. “Tenemos un 100% de conexión, sabemos en todo momento cómo va a reaccionar el otro en sea cual sea la circunstancia”, asegura Vasili, el que mayor presencia de los dos ha tenido en el once titular de Rusia con el paso de los años. De hecho, él es ahora el Berezutski titular de la selección y en el duelo inaugural ante Inglaterra marcó el empate en el descuento.