no ha sido una temporada sencilla para Arda Turan, obligado a dar un paso al frente con Turquía en la segunda jornada de una Eurocopa a la que el centrocampista del Barcelona ha llegado con malas sensaciones y un escaso recorrido futbolístico en sus piernas. Alejado de los terrenos de juego en can Barça desde el verano de 2015 hasta el pasado mes de enero, debido a la sanción que impuso la FIFA al club catalán por infracciones relacionadas con el traspaso y la inscripción de jugadores menores de 18 años, el talentoso arquitecto turco se encuentra ahora ante la necesidad de recuperar su jerarquía ante España.

Su mala actuación contra Croacia en el primer compromiso de Turquía en el torneo continental, en el que Turan no logró tener incidencia alguna en el desarrollo de un envite que cayó del lado croata, ha ido acompañada de una auténtica catarata de críticas hacia su persona. La prensa turca no ha tenido reparos en señalarle. El jugador, alicaído, no dudó en pedir perdón públicamente por su mal partido en el estreno de la selección otomana. “No he jugado bien, pero mis compañeros han dado un buen combate. Pido perdón al pueblo turco”, manifestó Turan ante los micrófonos, en los que también hizo alusión a la importancia de “estar unidos” para afrontar con garantías la cita de esta noche frente a España.

Durante el choque, el capitán turco se reencontrará con cinco compañeros del Barcelona. Bartra estará en el banquillo, pero serán de la partida Piqué, Busquets, Iniesta y Jordi Alba, quien salió el miércoles en defensa del otomano. “Arda es un jugador fundamental para Turquía y es un ídolo en su país. Seguro que está con muchas ganas. El otro día perdió su selección, pero es un jugador que te crea peligro. Todos los balones pasan por él y estará súper motivado para intentar ganarnos”, apuntó el lateral español.

enamorado de su país Turan, por su parte, resaltó ayer en una entrevista concedida a la UEFA su inquebrantable compromiso con Turquía, país del que confiesa estar “enamorado”. “Estoy enamorado de la selección nacional y amo a mi país, así que llevar la camiseta turca es un honor para mí. Soy el líder de este equipo, pero hay una democracia real en nuestra selección. Compartimos todo, hablamos y discutimos sobre cada tema. Ellos saben que yo quiero lo mejor para todos e intento aplicar las indicaciones de Fatih Terim sobre el césped”, defiende el capitán del combinado turco, que confiesa haber hecho “autocrítica” tras el pobre encuentro realizado el pasado lunes.

Turan, sin embargo, recuerda que “se pueden contar con los dedos de una mano los partidos malos que he jugado con la selección”, y concede al conjunto español el papel de favorita para el partido de esta noche en Niza. “Vamos a intentar dar lo máximo para puntuar, porque si lo conseguimos nuestras opciones de pasar serán grandes. España es un equipo muy fuerte, pero solamente jugaremos once contra once y vamos a luchar hasta el final”.

A la espera de que el barcelonista hable sobre el terreno de juego y recupere la sonrisa que cautivó a la afición del Atlético entre 2011 y 2015, lo cierto es que Turquía se juega su futuro en la Eurocopa con su principal estilete en el punto de mira. El seleccionador Fatih Terim, lejos de buscarle un sustituto en el once, volverá a dar galones al 10, diseñando a su alrededor un equipo concebido para tratar de taponar todo tipo de espacios a la selección española. Se espera una Turquía con las líneas muy juntas para no dejar ningún hueco, ni margen para la calidad del centro del campo de La Roja, aunque Terim no desecha la opción de discutir la posesión del balón al equipo dirigido por Vicente del Bosque.

Para consumar tamaño objetivo, la figura de Turan asoma como un factor determinante. Y es que el conjunto turco, con sus apasionados aficionados en las gradas del Allianz Riviera, son conscientes de la necesidad de recuperar la mejor sonrisa de un Turan señalado.