BARCELONA Satoransky (13), Navarro (10), Perperoglou (18), Doellman (19), Tomic (14) -cinco inicial- Ribas (3), Abrines (7), Vezenkov (3), Samuels (7) y Oleson (6).

REAL MADRID Sergio Rodríguez (6), Maciulis (8), Taylor (2), Thompkins (4), Ayón (11) -cinco inicial- Rudy Fernández (9), Nocioni (7), Reyes (13), Carroll (21), Llull (14) y Hernangómez (4).

Parciales 22-22, 25-26, 33-27 y 20-24.

Árbitros García González, Pérez Pérez y Calatrava. Eliminaron a Taylor en el Real Madrid.

Pabellón Palau Blaugrana, 6.471 espectadores.

Barcelona - El Barcelona ganó al Real Madrid en el primer partido de la final de la Liga Endesa y salvaguarda así el factor pista tras un partido que fue una exhibición de ambos equipos, decidido por una canasta final de Stratos Perperoglou, y que dejó el listón muy alto de cara a los próximos duelos.

Se llegó al final del partido con alternancia en un marcador altísimo, más normal para un partido con prórroga y no la hubo, pero muy ajustado. El primer punto de la final podía caer de cualquier lado, tanto del de un Barça que dominó más tiempo el marcador como del de un Madrid que acabó crecido aunque finalmente batido. Tenían, gracias a una canasta y tapón de Ayón a falta de 3 segundos, el partido en sus manos, pero Perperoglou lo evitó.

El alero griego sumó 18 puntos, el segundo máximo anotador de su equipo tras los 19 de Justin Doellman, pero se llevó la palma al ser el autor de una última entrada a canasta, a la heroica y con oposición, que entró con suspense sobre la bocina y decidió el primer duelo. Hubo que comprobar el vídeo, pero entró a tiempo de dejar el factor pista del bando blaugrana.

Tanto Ayón como sobre todo Jaycee Carroll lucharon hasta el final por asaltar el Palau. La contienda iba de ataque, más que de defender. Un partido de récords sin nada a reprochar a ningún contrincante.

Los blaugranas salieron en tromba y acabaron necesitando esa ventaja inicial. No les gusta y les cuesta jugar por debajo en el marcador, y demostró que el primer objetivo era poder liderar y administrar. Pese a una pequeña desconexión en el acierto, éste fue un seguro para el ataque blaugrana, capaz de luchar de tú a tú en el escenario soñado por un Real Madrid que fue de menos a más, constreñido por los catalanes pero desligándose las ataduras a tiempo hasta ofrecer una guerra, por ambas partes, sin cuartel.

El Barça sabe que si gana el primer partido de una eliminatoria esta difícilmente se escapa, así que ahora deberán administrarlo. Además, a diferencia del 3-0 con el que el Real Madrid les ganó la última Liga Endesa, este Barça tenía el factor pista a favor y lo aprovechó. No dejó que el Madrid se anotara el primer punto de la final y recuperara este arma que si bien no es definitiva puede tener mucho peso en el devenir de la lucha por el título.

Tuvo cerca el equipo blanco el sorprender al Barça. De hecho, pese a los problemas en los de Pablo Laso para ponerse por delante en el marcador, cosa que no ocurrió hasta el descanso (47-48) y en los primeros compases del tercer cuarto, el Real Madrid no se hundió nunca. El equipo blaugrana seguía apostando a un marcador alto y el Madrid le seguía la pista de cerca, tanto que Rudy Fernández volvió a poner por delante a los suyos (82-84) a falta de 7:47 para el final.

Los detalles deciden, dicen los técnicos, y así fue. Rudy Fernández falló un triple sin oposición que hubiera puesto a los suyos dos arriba en el último minuto. Pero su lanzamiento no entró, pese a tener la muñeca caliente, y dio alas a un Barça que en ese instante, con la bola volando hacia el aro, pensaba en que todo estaba perdido.

Los de Xavi Pascual consiguieron reaccionar y el Barcelona abre esta final, la quinta consecutiva entre eternos rivales, con una victoria que le permite mantener el factor cancha y hacer bueno, de momento, el liderato conseguida en la liga regular. El Madrid tiene otra oportunidad de asaltar el Palau mañana. - E.P.