Lille (francia) - Alemania, vigente campeona del mundo, buscará hoy en su debut en la Eurocopa (21.00 horas) una victoria frente a Ucrania que confirme su condición de gran favorita al título, tras veinte años sin alzarse con el trofeo continental.

Sobre el papel, los de Joachim Löw no deberían fallar ante Ucrania en el Estadio Pierre-Mauroy de Lille, en el noroeste de Francia; un primer paso para imponer su autoridad en el asequible Grupo C, que completan Irlanda del Norte y Polonia.

Alemania, subcampeona de Europa, es un bloque sólido y curtido en grandes citas que se clasificó como primera de su grupo para el torneo (firmó siete victorias, un empate y una derrota), por delante de Polonia e Irlanda.

Pero los germanos llegan a la Eurocopa con dos de sus protagonistas tocados, Hummels y Schweinsteiger, las bajas de Reus, Gündogan y Rüdiger, y sin el lateral Philipp Lahm, retirado del combinado nacional.

A esa moderada dosis de incertidumbre se suma la reciente derrota sorpresa contra Eslovaquia (1-3), un tropezón justificable en un terreno de juego anegado que los alemanes corrigieron contra Hungría (2-0) en el último test antes de afrontar la Eurocopa.

En el posible once inicial de hoy, el buen rumbo de Alemania recaerá sobre la experiencia bajo los palos de Manuel Neuer y en el carburante de Toni Kroos, Mesut Özil y Sami Khedira en el centro del campo. Será el núcleo duro que acompañe a uno de los futbolistas llamados a luchar por ser la estrella del torneo: Thomas Müller.

Con 33 goles en lo que va de temporada, 8 campañas en el Bayern de Múnich y 26 años en la partida de nacimiento, el zancudo Müller llega en un momento óptimo para exhibir su atípico fútbol espacioso y punzante como falso nueve, y convertirse en el nombre propio de la Eurocopa. “No puedes pronosticar lo que va a hacer, en qué dirección irá o dónde lanzará un pase. No se pone nervioso, es muy tranquilo y está relajado durante todo el partido. Por eso marca diferencias. Es muy bueno tácticamente y habla con sus compañeros. Es muy astuto, siempre está preparado”, resumió el seleccionador Löw en la conferencia de prensa previa al debut de Alemania, en referencia a uno de los iconos de la competición.

Alemania, la selección más joven de las 24 en liza en Francia (25 años y 81 días de media) recurrirá también al talento de nuevas perlas de la Bundesliga como Julian Draxler, Leroy Sané, Jonas Hector, Julian Weigl o Joshua Kimmich para rematar el equipo con Mario Götze en la punta del ataque. Si bien, Löw no quiso arrojar pistas. “Evidentemente no vamos a mostrar las cartas, sería una debilidad (...). Puedo incluso modificar el esquema de juego durante el partido. Me permite ser flexible, es una gran ventaja”, comentó el técnico.

a desempatar con España El rodillo germano, que no ha faltado a ninguna cita continental desde 1972 y se ha hecho con el trofeo en tres ocasiones (1972, 1980 y 1996), aspira con esos argumentos a deshacer el empate con España y colocarse en solitario como la selección con más títulos europeos en su palmarés: cuatro, tantos como Mundiales (1954, 1974, 1990 y 2014).

El primer examen para Alemania en esa andadura hacia la historia será la Ucrania de Mykhailo Fomenko, defensa del Kiev e internacional con la Unión Soviética en los años setenta con una dilatada experiencia en banquillos ucranianos y en selecciones como las de Irak o Guinea.

Fomenko proyecta un fútbol animado que sustenta la experiencia de Anatoliy Tymoshchuk y alimentan la frescura del goleador del Dinamo de Kiev Andriy Yarmolenko -que lleva 25 goles en 58 partidos como internacional y casi iguala el promedio del legendario Andriy Shevchenko- y del centrocampista del Sevilla Yevhen Konoplyanka.

Tercera en su grupo de clasificación, por detrás de Turquía y Hungría, Ucrania llega a Francia como estandarte futbolístico de un país muy cambiado desde que fuera anfitriona de la Eurocopa de 2012 junto con Polonia.

El conflicto armado que mantiene con Rusia, también representada en la Eurocopa, hacen que las autoridades francesas la hayan colocado entre los equipos más sensibles, dentro de una organización ya de por sí volcada al máximo en la seguridad de la competición.

Además, el encuentro supondrá el regreso a tierras francesas de la selección alemana, que disputaba un amistoso contra los bleus el pasado 13 de noviembre en el Estade de France de París cuando se produjeron los primeros atentados de la serie de ataques yihadistas simultáneos que dejaron 130 muertos en París.