vitoria - Los problemas físicos que impidieron a Juanito Oiarzabal intentar el asalto al Dhaulagiri hace un par de semanas se han revelado bastante más importante de lo que inicialmente parecía. Y es que lo que en principio se había catalogado como principio de neumonía ha terminado convirtiéndose en dos trombos en sendos pulmones del montañero vitoriano. Ese es el diagnóstico al que han llegado los médicos que le han tratado durante los cinco días que ha permenecido ingresado en el hospital de Santiago, al que tuvo que acudir de urgencia en la noche del jueves al comenzar a empeorar su estado físico respecto al que había tenido los días precedentes en Katmandú.
Este grave problema de salud provoca, como es lógico, que Juanito se vea obligado a suspender la expedición que tenía prevista iniciar en apenas tres semanas para tratar de hollar la cima del Broad Peak. Dentro del proyecto 2x14x8.000 en el que busca repetir la cumbre de las montañas más elevadas del planeta, el alavés iba a afrontar este nuevo desafío acompañado otra vez por Alberto Zerain, quien le acompañó ya en el Dhaulagiri y, de hecho, consiguió coronarlo.
Sin embargo, este imprevisto modifica inevitablemente los planes de ambos que, como mínimo, tendrán que posponer sus planes unos cuantos meses. Porque aunque en la jornada de ayer ya pudo regresar a su domicilio tras recibir el alta hospitalaria, al veterano alpinista todavía le quedan por delante unas cuantas semanas de tratamiento.
Según reveló el mismo en unas declaraciones a Radio Vitoria, los tombos que se le han formado se encuentran “cerca de la arteria” y han supuesto un serio “peligro” para su propia integridad física. Y es que la combinación de esta dolencia con la elevada altitud en la que se ha movido en los campos de altura forma una ecuación más que arriesgada que le pudo colocal “al borde de la muerte”.
Afortunadamente el problema no fue a más durante su estancia en la montaña y una vez de regreso ya a casa los doctores lo han detectado “a tiempo” para poder confiar en una recuperación plena y sin mayores complicaciones. Eso sí, durante un tiempo considerable Juanito Oiarzabal tendrá que ser tratado “con sintrón y eparina” para conseguir disolver esos trombos que impiden el correcto funcionamiento de sus pulmones y el resto de su organismo. Una vez conseguido ese objetivo, será el momento de que el montañero alavés vuelva a replantearse el futuro.
En principio, por su cabeza continúa pasando la idea de seguir adelante con el desafío de convertirse en la primera persona que logra ascender por dos veces a las catorce montañas más altas de la tierra. Tras no poder coronar el Dhaulagiri y el Broad Peak esta primavera como tenía previsto, al vitoriano le restan todavía cuatro cumbres para completar esta espectacular lista que sería el colofón a su gran trayectoria.