Bergara - La juventud de Iker Irribarria, apenas 19 años, le hace portar un ímpetu terrible. Lo muestra en cada partido, en cada paso en profesionales, siempre hacia arriba, en cada golpe, cargado de gracia, de viveza. El delantero de Arama, a menos de dos semanas de jugar su primera final del Manomanista y su primer partido de tamaño calado en su vida deportiva, no dudó en jugar ayer de blanco en el tradicional encuentro de Pentecostés programado en el frontón Municipal de Bergara, que últimamente se está mostrando como una de las mejores plazas que posee la operadora eibarresa. No en vano, desde el debut de Beñat Rezusta, un emplazamiento tradicionalmente manista como el bergararra se ha usado en múltiples ocasiones. De hecho, en el último mes, la empresa guipuzcoana ha encajado tres festivales. En todas, el zaguero zurdo local ha sido de la partida: un estelar del Manomanista, un homenaje y el duelo de Pentecostés de ayer. Antes, las empresas usaban el templo guipuzcoano como un frontón industrial más, con festivales periódicos, y lo están recuperando.
Pues bien, en el Municipal de Bergara, el impetuoso y fuerte Iker Irribarria disputó ayer su primer y único partido entre la semifinal que ganó el domingo a Oinatz Bengoetxea y la pelea por la txapela fijada para el próximo 29 de mayo en el frontón Bizkaia de Bilbao ante Mikel Urrutikoetxea. El compromiso sirvió para no perder el punto de forma de cara al choque ante el vizcaino y continuar con la tensión competitiva hasta la fecha de la final. Normalmente, los pelotaris suelen optar por resguardarse en capilla y mantenerse a base de entrenamientos durante los quince días, cuestión solamente rota por circunstancias especiales, como, por ejemplo, un aplazamiento que dilate en más de dos semanas la espera.
De este modo, el zurdo de Arama se mostró en la villa guipuzcoana como uno de los mayores atractivos que actualmente posee Aspe a la hora de la venta de festivales. La cotización de Irribarria ha crecido de forma exponencial a cada paso en el Manomanista, mostrando más expectación por él que en el Parejas a pesar de ejercitarse ya en Primera, e, incluso, algunos se aventuran ya en calificarle de favorito a la txapela por encima del campeón. Lo cierto es que las finales son cuestiones muy distintas a los partidos normales y los ecos mediáticos serán fuertes en los oídos del aramarra en su primera pugna por el cetro más grande de todos.
El delantero, no obstante, no se vino abajo en Bergara y buscó el tanto para terminar el encuentro con una hoja de ruta en la que sumó trece cartones conseguidos y seis yerros. Su desempeño no sirvió para que su unión zurda con Rezusta abonara la victoria. Joseba Ezkurdia y José Javier Zabaleta, aún inmerso en un proceso de recuperación de su mejor nivel, que es muy alto, triunfaron por 22-20 ante los dos pegadores guipuzcoanos en un partido que rozó la hora y sumó 489 pelotazos. Los explosivos manistas de Sakana dieron la vuelta al envite en el tramo final, que perdían 19-20, y del que ninguno de los dos binomios pudo despegarse, con igualadas constantes (1-1, 2-2, 3-3, 7-7, 11-11 y 20-20). Con esta derrota, Irribarria volverá a la realidad y a apurar ya los días previos a un encuentro de difícil digestión ante Urrutikoetxea en Bilbao.