cáceres - El baloncesto femenino alavés podría saldar hoy una deuda histórica que se remonta a la temporada 91-92 y debido a la cual los aficionados alaveses nunca han podido disfrutar desde entonces en el viejo Mendizorroza del mejor baloncesto profesional femenino del momento. Si entonces fue el mítico Eroski el que llevó durante unos meses el nombre de Vitoria por el circuito nacional, esta tarde en Cáceres, a partir de las 17.00 horas, será el Lacturale Araski el que quiera ajustar cuentas con el pasado y, de paso, darse un baño de gloria en la final que le va a enfrentar al Snatt’s Sant Adrià y cuyo ganador competirá la próxima temporada en Liga Femenina. Será la culminación de un sueño que comenzó hace tres campañas, cuando el equipo nodriza del club logró el ascenso a Liga Femenina 2. Aquel primer paso, sin quererlo, sentó la bases de un proyecto estructurado en torno al compromiso, el esfuerzo y la solidaridad de todas y cada una de sus jugadoras, acostumbradas en cada partido a tener que partirse la cara para poder sacarlo adelante. Carente del poderío económico que sí tienen, por ejemplo, los siete rivales con los que estos días está disputando el play off de ascenso, al Araski le sobran en cambio otros elementos tan importantes o más que el dinero para competir como la ilusión, la tenacidad, el esfuerzo y, sobre todo, el compañerismo, la piña, lo que provoca muchas veces en los equipos rivales la incómoda sensación de estar enfrentándose a una muralla con muy pocas grietas. Así han llegado las alavesas hasta la gran final de esta tarde. “Lograr el ascenso sería una pasada, pero lo que llevan haciendo estas jugadoras desde el comienzo de la temporada es ya para enmarcar”, sostiene con la voz un tanto quebrada de tanto animar su presidenta, Livia López, el verdadero motor de un club que cada día forma en la capital alavesa a 20 equipos que aglutinan a 220 jugadoras. A su juicio, y con independencia del rival de hoy, el sueño del ascenso sería la “guinda perfecta” a una temporada muy larga donde otra vez los asuntos de despacho han vuelto a provocar demasiadas situaciones de desgaste. Al menos para esta ilusionante fase final, el apoyo de empresas locales como Lacturale, Autoelectricidad Ondo o DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA le han dado un respiro que le ha permitido centrarse en lo importante, el equipo, que a estas alturas anda un tanto castigado después de la “tralla de estos cuatro días”.

derrota ante el leganés Por eso ayer, durante el intrascendente partido de la liguilla ante el Leganés -las alavesas perdieron por 66-58-, la entrenadora local optó por dar un respiro a las jugadoras que más minutos llevaban acumulados en el play off y rotar con el resto para cumplir el trámite. “El partido era de mero paso y lo más importante era no tener ninguna lesión y dar un descanso a las jugadoras habituales”, explicaba a este diario Madelén Urieta, que para el encuentro de esta tarde cuenta con las dudas de Cristina Molinuevo, que arrastra un esguince desde el último entrenamiento antes de partir hacia Cáceres, y, sobre todo, Arrate Agirre, con las molestias propias del punto que recibió el viernes en el tendón del párpado de su ojo derecho. Con unas o con otras, la “ilusión” será la única bandera que Urieta portará hoy en la charla previa al partido. “Tienen que creer en ellas mismas, jugar siempre en equipo, como bloque, y tienen que disfrutar. Este equipo solo juega bien cuando disfruta en la cancha, así que ya saben lo que tienen que hacer”.