BILBAO - La campanada de Mikel Urrutikoetxea, un pelotari completísimo, nació hace más de un año en resultados, aunque se veía venir por dónde iban a ir los derroteros por los que se movía su evolución. Entró de rebote en la final del Manomanista de Primera, al lesionarse Oinatz Bengoetxea en los entrenamientos previos al encuentro, y salió victorioso con todas las de la ley en un choque duro ante Aimar Olaizola, en el que dominó las artes en las que mejor se mueve: el golpe y el sotamano. Tuvo al de Goizueta dominado y muy tocado, pero en el último momento estuvo a punto de darle la vuelta. Fue en el Bizkaia de Bilbao donde nació la leyenda del zaratamoztarra, quien ha aguantado el peso del colorado todo el curso, ganando dos txapelas de Primera más, La del Parejas, incluso, con el hándicap de jugar en una posición que no es la suya. Ahí, también, Urrutikoetxea dio un nivel estratosférico.
Un año después, el pelotari vizcaíno vuelve a un escenario y a una modalidad en la que comenzó su historia de oro. Urrutikoetxea iniciará la defensa de su txapela del mano a mano mañana en el frontón Bizkaia ante un Joseba Ezkurdia que viene crecido, componiendo buenos encuentros, sobre todo, el último, más obligado por Julen Retegi que por David Merino. El favorito es el portador del colorado, pero él, Mikel, tranquilo y sosegado en todas las situaciones, confiesa no sentir en su espalda el peso de ser el que marca la pauta en la actualidad. “Los dos tenemos el mismo premio y la misma presión. Dicen que tenemos que defender el puesto de cuartos de final, pero no siento más presión. Trataremos de conseguir la txapela, pero hay un montón de buenos pelotaris. Él viene rodado”, analiza el puntillero de Zaratamo, que regresa también a los cuadros alegres.
Afirma Mikel que tal circunstancia, la de haber actuado de zaguero en estos últimos cuatro meses, le hace “andar bien cuando hay que estar atrás, pero que, a la hora de sacar y rematar, los delanteros tienen lo tienen más fresco. En el mano a mano se juega ya mucho de aire, así que para restar no será igual que en parejas”. De todos modos, en anteriores comparecencias, el campeón reveló que durante la competición de binomios, a pesar de que su sitio de blanco estaba atrás, él, ni corto ni perezoso, se ejercitaba como siempre, de delantero. Apenas unos ensayos antes de la final le sirvieron para no perder “el ritmo”. Eso sí, tras el traqueteo de un acotado triunfal, el rendimiento consecutivo de un Parejas, donde no suspendió ningún partido, y la premura del Manomanista afectan a su estado. “Estoy un poco cansado ya de todo el año. Además, echas en falta no tener alguna semana más para preparar el torneo”, recita el vizcaíno. Y es que, se enfrenta a una especialidad, la que marca las diferencias entre los manistas, en la que, como máximo, disputará tres encuentros oficiales al año y, si se tercia, algún desafío en fiestas, pero Urrutikoetxea siempre se ha sentido cómodo: es su especialidad. “No he tenido demasiado tiempo para descansar. Si juegas el Cuatro y Medio te viene seguido el Parejas y no tienes tiempo para desconectar. No he tenido todos los entrenamientos que hubiera querido, pero me he encontrado bien, cómodo”, remacha.
El pasado martes contó con la ayuda de Unai Laso -ganador del estatal en mano a mano en División de Honor, del Individual navarro en juveniles, del parejas juvenil en el Gravni, del DV-Bankoa, del Memorial Antton Pebet, del Miguel Soroa y del el Interpueblos de Nafarroa-, del caladero aficionado de Asegarce, en el frontón de Bilbao para comprobar su estado de forma de cara a la eliminatoria de cuartos de final ante Joseba Ezkurdia. El joven de Bizkarreta-Gerediain es un delantero con pegada, que juega a mucho ritmo y que exprimió al vizcaíno. “Entrené con él en el mano a mano del curso pasado y en el Cuatro y Medio, es un manista con el que me gusta ejercitarme, porque juega mucho”, asevera el vizcaíno.
Asimismo, el todoterreno desgrana que espera a un Ezkurdia con una pose similar a la que mostró ante Julen Retegi. “Es un manista agresivo y se vio en el Labrit. Tiene una gran volea y con su estilo de juego entra mucho de aire. Tendré que intentar contrarrestarlo haciendo mi juego”, manifiesta Urruti.
Por su parte, tras una elección de material en la que no hubo discrepancias por los lotes apartados, Joseba Ezkurdia analiza que “tendré un partido muy complicado. Por mi parte estoy tranquilo, estoy haciendo un buen Manomanista y eso me sirve para subir la autoestima. El año pasado también casi consigo pasar a semifinales, pero al final me ganó Bengoetxea VI. Todo esto te da moral para continuar por esta senda”. Además, señala el voleísta de Sakana que “Urrutikoetxea juega muchísimo en el Bizkaia de Bilbao. A mí se me hace un frontón muy grande para situarme. Por ejemplo, en el Labrit me da la sensación que cubro más cancha, aunque las distancias son similares. Mano a mano solo he jugado dos partidos en este escenario contra Iñaki Artola en el verano y he tenido esa percepción, de que es más amplio”.