Madrid - El sorteo de las semifinales de la Liga de Campeones deparó unos emparejamientos con algo de suerte para el Real Madrid, que se cruzará con el equipo más débil de los cuatro en liza, el Manchester City, y con la oportunidad para el Atlético de Madrid de culminar una venganza histórica ante el Bayern de Múnich.

El conjunto rojiblanco no se echa atrás ante nada y ante nadie. Los hombres de Diego Simeone, después de dejar en la cuneta al Barcelona, todavía vigente campeón de la competición, se verá las caras con el poderoso Bayern de Múnich. En el recuerdo, hay dos fechas marcada a fuego que los atléticos no olvidan: el 15 y el 17 de mayo de 1974.

Eso días fueron los más tristes de la historia futbolística del Atlético de Madrid. El estadio de Heysel belga acogió una tragedia que nadie olvida por el Calderón. Se jugaba la final de la Copa de Europa y el Atlético, con un gol de Luis Aragonés en la prórroga, rozaba el título. Sin embargo, un zapatazo en el minuto 120 de Georg Schwarzenbeck empató un duelo que no pudo ir a los penaltis. En aquellos días estos no existían y el partido se repitió sólo dos días después. Entonces, el Bayern pasó el rodillo y ganó 4-0 para dejar sin título al Atlético de Madrid. Tras más de cuatro décadas, el cuadro madrileño tendrá la oportunidad de conseguir una venganza muy esperada.

La tendrán que afrontar ante uno de los mejores equipos de Europa, dirigidos por un entrenador, Pep Guardiola, que necesita despedirse con la Liga de Campeones bajo el brazo. Si no la logra, su periplo por el club germano no habrá sido pleno y el comienzo de su aventura en el Manchester City sería agridulce. No quiere fallar y tendrá muchas armas a su alcance para acabar con el Atlético.

Nombres que casi todo el mundo conoce como los de Robben, Thiago Alcántara, Alaba, Lewandowski, Neuer, Arturo Vidal, Javi Martínez, Xabi Alonso o Thomas Müller hacen del Bayern un equipo temible.

Sin embargo, esta temporada el Bayern no se está mostrando tan contundente como en años anteriores. Muestra algunas carencias, de vez en cuando pincha en la Bundesliga, y en otras ocasiones sufre para eliminar a equipos menores. Aunque apeó de la competición al Benfica en cuartos , sudó para ganar por la mínima en la ida (1-0) y empató 2-2 en la vuelta.

¿Manipulación? Si la venganza atlética estará representada en su máxima expresión por el conductor de todas las acciones rojiblancas, Diego Simeone, en el Real Madrid Zinedine Zidane tendrá que agradecer que el camino hacia Milán está siendo mucho más sencillo que el de sus vecinos. El entrenador francés, después de eliminar al Wolfsburgo con sufrimiento, afrontará el reto del City, un rival complicado formado a base de millones pero el más apetecible de todo el sorteo. En esta ocasión, la mano inocente del exjugador del Inter de Milán Dejan Stankovic, volvió a dar argumentos a aquellos que piensan en la existencia de una conspiración para que los blancos siempre tengan enfrente a los rivales más fáciles.

Pero la realidad es otra. El equipo de Manuel Pellegrini, aunque sea el más flojo de los cuatro supervivientes, tiene figuras suficientes para hacer daño a cualquiera. Pese a que en la Premier League casi no tiene nada que hacer y su irregularidad en todas las competiciones sea evidente, el cuadro del preparador chileno es peligrosísimo.

Muchos equipos europeos de primer nivel querrían tener en su plantilla a futbolistas como Yayá Touré, David Silva, Nasri, Jesús Navas, Kun Agüero, Otamendi o De Bruyne. Las individualidades del City son capaces de acabar con cualquiera y, el Madrid, podría ser una víctima inesperada.

El choque de ida, en el estadio del conjunto inglés, dará paso a uno de vuelta en el Bernabéu con un toque nostálgico para Pellegrini. Aunque ya volvió cuando entrenó al Málaga.

Pellegrini querrá demostrar que está capacitado para dirigir a un equipo hasta una final (la rozó con el Villarreal) y, sobre todo, dejar su firma con un título importante antes de la llegada de Pep Guardiola el próximo curso. Pero antes, deberá eliminar al Real Madrid, gran favorito para alcanzar la final de Milán.