Una distancia, 42.195 metros. Un tiempo, 2 horas, 11 minutos y 58 segundos. Un lugar, Hamburgo. Una fecha, este domingo, 17 de abril. Un reto mayúsculo, superlativo. Una marca al alcance de unos pocos elegidos, un sueño olímpico... Tu sueño Iván. Todo parece preparado, dispuesto para ser ejecutado y alcanzado, y aun así estoy convencido de que las preguntas, la incertidumbre y las dudas, tanto personales como del entorno te asaltan una y otra vez. No te preocupes demasiado porque es parte del proceso y de la dura ascensión a un sueño. Somos y eres consciente de que estás ante una empresa difícil, pero nada que valga la pena se consigue fácilmente. Yo soy optimista, y sé que tú también lo eres porque como decía Winston Churchill, no parece muy útil ser otra cosa. El maratón es la metáfora más clarividente de cualquier proceso de consecución de una meta. La decisión de emprenderlo no es fácil, seguro que no lo es. Se arranca con mucha ilusión y cuando la decisión está tomada comienza el trabajo. Cada metro, cada kilómetro, cada día y cada instante cuenta. Es importante vivirlo, sufrirlo y saborearlo a partes iguales porque donde verdaderamente se aprende es en el camino, y eso, ya no te lo va a quitar nadie. El momento siempre es ahora, y ahora es el tuyo. Así lo has decidido después de entender que el tren de las oportunidades hay que cogerlo cuando pasa. Habrá más trenes, seguro, pero éste es tú tren. Cuando las fuerzas físicas y mentales flaqueen, recuerda quién eres, recuerda el esfuerzo que te ha costado llegar hasta donde lo has hecho, recuerda a todas las personas que han apostado por ti y, sobre todo, recuerda que estás cumpliendo un sueño, tu sueño. Ya no valen medias tintas, porque luchar por algo e ir con el freno de mano por si las moscas es pervertir tu esfuerzo porque las cosas se hacen y no se intentan; porque tienes el objetivo grabado a fuego entre ceja y ceja y nada ni nadie va a impedir que luches por ello; y porque Iván, sabes cómo conseguirlo, quieres lograrlo, puedes hacerlo y, sobre todo, te lo mereces. ¿Y ahora por qué no?‘Coach’ y gestor de positividad
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