girona - El relieve aserrado, puntiagudo y ostentoso del día en la Volta a Catalunya, dibujados cuatro puertos en el camino, la nieve en la cuneta y la Semana Santa colgando del telesilla, anunciaban un combate digno de uno de esos pantagruélicos casinos de Las Vegas, la ciudad iluminada por luces de neón que se ven desde el espacio. En La Molina, la estación de esquí, una de las azoteas de la carrera, se esperaba un duelo al sol, el O.K. Corral del ciclismo con Alberto Contador (Tinkoff), Chris Froome (Sky) y Nairo Quintana (Movistar), dos vencedores del Tour, y otro que lo pretende más que nada. En marzo también se corre la Grande Boucle. Los tiempos que están cambiando que cantaba Dylan.
Alrededor del techo blanco de La Molina festiva y disfrutona, se concentraron por primera vez en la temporada las miradas que arden por el fuego del Tour. Froome, Contador y Quintana encerrados en la misma habitación. Dispuestos a dejar alguna señal, un gesto, un mensaje más o menos cifrado que sirva para consumo interno y de paso como acto de propaganda contra el rival. En un ciclismo tan estrecho y claustrofóbico, donde la diferencias se tejen con hebras de hilo, incluso la mímica puntúa. En eso quedó todo ayer. En ese paisaje entre quienes adoran el Tour se impuso el celo, la luz tenue y los colores pastel. El negro sobre blanco fue un asunto de Dan Martin (Etixx) que, fuerte y valiente, derrotó a los jerarcas con un ataque furibundo en el fogueo de La Molina.
La etapa, que espolvoreó cotas a modo de inventario, se nutrió de expectativas en el último kilómetro de una subida que por momentos baja, tendida y sedosa, hasta que un giro obliga a un cambio de registro. Después de que el Sky desarmara a Vervaeke (Lotto), los británicos aceleraron el cuentarrevoluciones con un energético Wouter Poels. Es el modus operandi del Sky para asistir al despegue de la centrifugadora de Froome. Esposado el holandés, en lugar del aleteo de Froome lo ocupó Nairo Quintana, ligero como un colibrí. Desenfundó en cuanto asomaron los peldaños más pronunciados. El colombiano elevó el tono de los decibelios con su primer movimiento. A la señal de Nairo, un susurro en realidad, se produjo el efecto dominó. Acción-reacción.
Se alborotó una pizca la carrera. Surgieron Richie Porte (BMC), Contador, Froome. De nuevo se postuló Nairo Quintana, que agarró más metros que esperanza, despellejada la ilusión por el látigo de Dan Martin, que tomó el tramo decisivo al asalto. El irlandés era una estampida. Contador, chisposo, comprendió que Martin, estrangulando los pedales, no bromeaba y se fue tras él. El madrileño no pudo soldarse al salvaje Martin, grapado a un ritmo abrasador, inasumible para el resto. Bardet (Ag2r) y Van Garderen (BMC) se encolaron a Contador, segundo. “No se ha podido ganar, pero estoy contento, aunque las sensaciones no han sido muy buenas, no sé por qué”, apuntó el madrileño. Quintana, que fue sexto, -“me faltó un poco”, asumió el colombiano-, y Froome, noveno, acumularon un ligero retraso con Contador en La Molina, donde hizo diana Dan Martin. El irlandés es nuevo líder de la Volta que hoy plantea la etapa reina con final en Port Ainé.
La dwars, sin problemas Jens Debusschere (Lotto-Soudal) venció la clásica Dwars door Vlaanderen que se disputó en Bélgica entre Roeselare y Waregem con 12 cotas y tres sectores del pavés. El corredor belga superó en el último instante a Coquard (Direct Energie) en el sprint. Van Avermaet (BMC), con un ataque a 9 kilómetros de meta, a punto estuvo de lograr el triunfo pero fue capturado cuando apenas restaban 200 metros de meta de la Dwars door Vlaanderen, que se celebró sin incidencias.
Tercera etapa
1. Daniel Martin (Etixx)5h.00:27
2. Alberto Contador (Tinkoff)a 2’’
3. Romain Bardet (Ag2r)m.t.
4. Van Garderen (BMC)m.t.
5. Richie Porte (BMC) a 9’’
General
1. Daniel Martin (Etixx)14h.00:27
2. Alberto Contador (Tinkoff)a 6’’
3. Romain Bardet (Ag2r)a 8’’
4. Van Garderen (BMC)a 12’’
5. Nairo Quintana (BMC) a 19’’