Mercedes frena a Ferrari

Instante en el que Alonso impacta a más de 300 km/h.; seguido da tres vueltas de campana. Fotos: Efe/Afp

melbourne - El Gran Premio de Australia levantó la persiana de la temporada 2016 de Fórmula 1. En estos albores, la atracción es someter a juicio esas incógnitas que se alzan en pretemporada, donde no hay termómetros que aporten cifras reales. Hay quien juega a esconder y hay quien no esconde pero lo parece. Así, se sometía al veredicto de las carreras el trabajo de los equipos. En cuanto al resultado, se puede afirmar que cualquiera, salvo detalles, podría confundir esta prueba inaugural con una de 2015, pero ayer quedó esa sensación de lo que pudo haber sido y no fue.

Y es que Ferrari dio una buena lección a Mercedes en la salida, rebasando a monoplazas los alemanes como centellas. Sebastian Vettel asumió el mando en los primeros metros y suspiros después fue Kimi Raikkonen quien se puso a la zaga de su compañero. Atrás quedaba el incidente del Red Bull de Kvyat, que se quedó varado en el amago de salida y obligó a reiniciar la parrilla por segunda vez. Los Mercedes, que partían en las dos primeras posiciones, protagonizaron una arrancada irrisoria. Estancados en sus pinturas, se vieron absorbidos por el ímpetu y los pedales de la muchedumbre. Por ello, Vettel puso tierra de por medio y se escapó en lo que podía aparentar ser uno de esos días de vino y rosas como tantos que ha vivido el germano, que se aisló a más de 3 segundos erigiéndose en presa arduo complicada de dar caza para los Mercedes, referentes sin embargo por monopolizar los dos anteriores campeonatos. Mientras tanto, ardía el coche de Raikkonen, abandonaba envuelto en llamaradas.

Fue en la vuelta 18 cuando llegó el percance que lo cambió todo, que hizo que Vettel pusiera el grito en el cielo, porque sus posibilidades de victoria se vieron neutralizadas. Se apagaron sus opciones cuando Fernando Alonso, que rodaba décimo, presto a capturar sus primeros puntos del año, impactó contra la parte trasera del Haas de Esteban Gutiérrez. El asturiano salió disparado y totalmente descontrolado. Destrozó el coche con tres vueltas de campana en lo que fue quizás el accidente más peligroso de su vida. Quedó a merced de la fortaleza de la estructura del cockpit de su McLaren. Por fortuna, resultó ileso, pero con susto de órdago.

Este incidente obligó a detener la prueba, que se vería recortada en cuanto a vueltas al aparecer la bandera roja. Para Vettel esto fue una defunción, dado que su nutrida ventaja se vio de inmediato esfumada. Y es que nada más relanzarse la prueba, los Mercedes se solaparon a Ferrari con temibles intenciones. Con neumáticos medios calzados, los bólidos alemanes pudieron permitirse tirar con ellos hasta el final, cosa que no pudo hacer Vettel, obligado a una tercera visita a boxes, en donde los mecánicos remataron la faena al atascar una rueda. Esto dejó a Vettel sin opciones de ser segundo. No obstante, la impresión fue grata, porque sin el accidente de Alonso quizá hubiera celebrado la primera victoria del curso.

Mercedes vio la luz con la reanudación. Rosberg sacó tajada para verse instalado en cabeza, mientras Hamilton, que desde la pole cayó hasta la quinta posición, se armó de paciencia para ir remontando paulatinamente. Sin perder la calma, el vigente campeón fue progresando hasta situarse tras Rosberg, que ya mandaba y rodaba presto a prolongar su racha, dado que firmó la autoría de las tres últimas victorias del pasado curso. De paso, presentaba su firme candidatura a la corona de 2016. “La estrategia fue decisiva”, admitió el subcampeón del mundo, que aprovechó las circunstancias del percance de Alonso y Gutiérrez. “Estaba algo preocupado acerca de la reanudación con los medios, que estuviesen demasiado fríos, pero salió bien”, celebró, aunque consciente de que Ferrari plantó batalla y puede que presente mayor oposición que el año pasado.

La mayor sorpresa acontecida en Albert Park fue la de ver a Grosjean, con el monoplaza debutante Haas, que fue sexto. La estrategia de una sola parada fue tan determinante como brillante. Y a pesar de que no fue novedad porque en 2015 ya se vieron detalles, fue curioso ver a Max Verstappen, que salió quinto y se vio rezagado por un mal cambio de neumáticos, comunicándose con su garaje cuando rodaba detrás de Carlos Sainz. “Vuestra jodida estrategia es una broma”, soltó Mad Max en el momento en que intentaba adelantar a su compañero. El holandés sería 10º y el madrileño, 9º, en el anticipo de una previsible guerra interna. De hecho, ayer Verstappen golpeó el Toro Rosso de Sainz por detrás, pero pudieron terminar.

El único McLaren en pista terminó 14º con Button, que en los primeros instantes transmitía el poder incluso acceder a los puntos, pero se fue desangrando hasta confirmar que la escudería tiene mucho trabajo por delante. Solo dejó detrás a un bólido Sauber y otro Manor. Destacar, por último, al debutante Palmer, que estuvo a punto de sumar su primer punto en el reingreso de Renault al Gran Circo. En cuanto a estrenos, Wehrlein fue 16º con Manor y Haryanto, primer indonesio en la F-1, abandonó.

Así las cosas, Ferrari es el único equipo capaz de comprometer un nuevo título de Mercedes. Plantó batalla, pero un accidente ajeno y la estrategia de Mercedes, con una parada menos, decidieron al vencedor. Las dudas quedan parcialmente despejadas. El próximo capítulo de respuestas, en Bahrein.

1. N. Rosberg (Mercedes)1h.48:15,565

2. L. Hamilton (Mercedes) a 8,060

3. S. Vettel (Ferrari) a 9,643

4. D. Ricciardo (Red Bull) a 24,330

5. F. Massa (Williams) a 58,979

6. R. Grosjean (Haas) a 1:12,081

7. N. Hülkenberg (F. India) a 1:14,199

8. V. Bottas (Williams) a 1:15,153

9. C. Sainz (T. Rosso) a 1:15,680

10. M. Verstappen (T. Rosso) a 1:16,833

11. J. Palmer (Renault) a 1:23,399

12. K. Magnussen (Renault) a 1:25,606