REAL MADRID Keylor Navas; Danilo (Nacho, m.69), Varane, Sergio Ramos, Carvajal; Kroos, Modric, Kovacic (Isco, m.72); James (Lucas Vázquez, m.80), Cristiano Ronaldo y Benzema.

ATHLETIC Iraizoz; De Marcos, Laporte, Etxeita, Balenziaga; Beñat, Iturraspe (Elustondo, m.62), Eraso, Merino (Borja Viguera, m.80); Lekue (Muniain, m.69) y Aduriz.

Goles 1-0, m.3: Cristiano. 1-1, m.11: Eraso. 2-1, m.37: James. 3-1, m. 45: Kroos. 4-1, m.87: Cristiano. 4-2, m.90: Elustondo.

Árbitro Álvarez Izquierdo (colegio catalán). Amonestó a Modric por el Real Madrid; y a Etxeita, Balenziaga por el Athletic. Expulsó a Varane por doble amarilla (16 y 83).

Estadio Santiago Bernabéu, 77.357 aficionados.

MADRID - Un gran gol de James en los momentos de más dificultad en el Santiago Bernabéu del Madrid desde la llegada de Zidane, sacó airoso al equipo blanco de un duelo trepidante ante el Athletic (4-2), que puso en apuros a base de presión a un rival que resucitó con el regreso de la imagen decisiva del astro colombiano y un doblete de Cristiano Ronaldo.

Un Athletic valiente, con planteamiento notable de Ernesto Valverde, examinaría la solidez madridista. Arrancaba un duelo de alta intensidad, de esos que dejan gran sabor de boca a cualquier aficionado al fútbol, con Benzema asistiendo a Cristiano Ronaldo, que en carrera recortaba con la izquierda y de diestra colocaba en la escuadra el primer tanto del partido.

El gol en contra no frenó al Athletic, primer equipo en la era Zidane que presionó arriba al Real Madrid, puso un marcaje especial a Modric y Kroos para anular el centro del campo rival, y su valentía generó problemas continuos a un equipo incapaz de superar la primera línea de presión, que cedió la pelota al conjunto vasco y mostró debilidad en defensa. Las continuas llegadas del Athletic, fruto de su buena colocación y el sistema de Valverde, sacaban a relucir el único momento de dudas del equipo de Zidane como local. Beñat con De Marcos volvían a generar peligro ante una zaga sin respuestas. Fue justo cuando apareció James. Disfrutaba del partido, con movilidad, asociándose con sus compañeros cuando generó una acción en la que se perfiló, se acomodó ante dos rivales a su zurda y colocó un balón imposible para Iraizoz. Por primera vez en su peor campaña en España volvía a sentirse decisivo. Así lo celebraba, repleto de rabia. - Efe