COPENHAGE - El Mundial de balonmano femenino de Dinamarca se pone serio. Terminada la fase de grupos, comienzan los octavos de final, los enfrentamientos directos en donde una derrota te manda para casa. Sin piedad ni excusas. Por ello, la selección española ha decidido pararse a respirar antes del encuentro que le enfrenta mañana a Francia (17.45, Teledeporte). Y es que las pupilas de Jorge Dueñas han demostrado lo mejor y lo peor de sí mismas durante la primera fase. Las combinaciones perfectas y los goles llenos de magia que lograron en la segunda mitad de su partido ante Rumanía quedaron deslucidos con la floja primera parte que protagonizaron el pasado viernes ante Noruega. Así pues, el seleccionador bilbaino ha decidido poner pausa, antes de comenzar el huracán.

Atrás quedaron las pruebas y el repartir minutos. Ya no hay más periodo de adaptación para la debutante Ainhoa Hernández. La pivote vizcaina disfrutó de bastantes minutos ante la débil Puerto Rico, contra quien hizo valer su calidad en los siete metros, e incluso pudo lucirse durante varios parciales ante la favorita al título, la selección noruega. Con diez goles en los cinco encuentros de la primera fase, la jugadora del Zuazo ha aprovechado las oportunidades que le ha dado Dueñas, dejando grandes detalles, y se ha visto arropada por la representación vasca de las guerreras. Eli Pinedo, Nerea Pena, Patricia Elorza y Naiara Egozkue son viejas conocidas de las competiciones grandes y se valieron de su experiencia para lograr las tres victorias de España en la fase de grupos. Sumando 58 goles -de los 148 en total-, estas cinco jugadoras se han hecho fuertes en los planes del seleccionador bilbaino. Así pues, lideradas por una Nerea Pena en su mejor momento, las vascas contarán con bastantes minutos en el determinante duelo ante Francia.

El rival Tras finalizar tercera en la primera fase, el cruce de octavos ha deparado que el rival de España sea Francia. Comienza el verdadero mundial para las actuales subcampeonas continentales y enfrente tendrán a su bestia negra, aquellas jugadoras que han logrado ganarlas en sus últimos enfrentamientos: las galas. Por ello, Dueñas avisa que “todo lo anterior vale muy poco porque el partido decisivo es el cruce. Ahora lo que toca pensar es en los octavos. En teoría será un partido muy igualado que por pequeños detalles o el acierto de alguna jugadora puntual se decidirá”.