Duración 1 hora y 15 minutos.

Saques 2 de Urrutikoetxea (14 y 33) por 2 de Bengoetxea (3 y 29).

Pelotazos 280 pelotazos a buena.

Tantos en juego 13 de Urrutikoetxea por 11 de Bengoetxea.

Errores 5 de Urrutikoetxea por 7 de Oiantz.

Marcador 1-0, 1-1, 1-3, 2-3, 3-3, 4-3, 4-4, 5-4, 5-5, 6-5, 6-6, 7-6, 9-6, 9-7, 9-9, 9-10, 10-10, 11-10, 11-11, 11-12, 12-12, 15-12, 15-13, 15-15, 16-15, 19-15, 19-16, 19-18, 20-18, 21-18, 22-18.

Apuestas El partido comenzó con posturas de 100 a 80 para Bengoetxea.

Incidencias Partido de semifinales del Cuatro y Medio de la LEP.M disputado en el frontón Labrit que registró un lleno total.

pamplona - Mikel Urrutikoetxea consiguió ayer llevarse un duelo frenético, sin dueño y en el que los dos pelotaris lo dieron todo en la cancha. El vizcaíno no dio un paso atrás en ningún momento y consiguió sostener los duros ataques de Bengoetxea, que fue arriesgando más y más viendo que el delantero de Zaratamo conseguía llegar a restar todos sus remates por muy certeros que fuesen.

El ambiente del Labrit ayudó a los dos protagonistas a mantener un ritmo de locos, en el que no había tiempo para la tregua y cada pelotazo buscaba ser el ganador sin dejar que la pelota tocase el suelo.

Envueltos en esa espiral de sopapos llegaron al 12 iguales, un pequeño respiro para el tramo final.

Urruti golpeó primero y consiguió marcharse hasta el 15-12, pero dos fallos y un tanto de saque de Oinatz devolvieron la igualdad al choque. Una nueva arrancada del vizcaíno rompió las tablas (19-15), mucha distancia para esas alturas del choque.

Dos paraditas milimétricas de Oinatz le devolvieron la esperanza, y un error de Urruti le colocó de nuevo en el partido 19-18. El zaratamarra frenó la remontada con un gancho seco. Un zarpazo doloroso.

Oinatz trató de recomponerse, pero el sonido de la chapa le privó de seguir soñando con la final, el marcador señalaba un 21-18, que con un último error del leitzarra se cerró para colocar a Urruti en la final.

Después del encuentro Urruti expresó su alegría: “Es bonito llegar a una final. Todos los días no se juegan partidos de este nivel. Para mí, ha sido duro, jugado a gran ritmo. He conseguido la victoria por cuatro tantos, un poco ajustado, pero ha merecido la pena sufrir”. “Todo pelotari sueña con llegar a final. Jugando contra pelotaris como Aimar, Oinatz o Juan, aún llena más de orgullo”, añadió.

Oiantz, por su parte, terminó triste pero satisfecho por su trabajo: “Estoy satisfecho con el partido. Al principio, las pelotas tenían más brillo y yo hacía daño. Después, él tuvo facilidad para moverme. La clave ha estado ahí. Pena por tener que irme a casa, pero estoy satisfecho”.