pamplona - Le costó a Mikel Urrutikoetxea el despegue dentro del Cuatro y Medio, en el que había ganado el título de Segunda en 2009. Fue ante Jokin Argote en Tolosa cuando diciembre se desperezaba. Venció al zaguero de Zarautz, más experimentado, metiendo caña al cuero, por 10-22. El de Zaratamo, por entonces, era todavía un imberbe en el campo profesional, recién debutado de la mano de Asegarce, con un físico más endeble, pero la misma dinamita en las dos manos, y muchas menos posturas de aire. Le sirvió para el arranque en la jaula, en la que se llevó por delante a Alexis Apraiz, Ibai Pérez, Miguel Merino y al propio Argote en dos ocasiones, en el fin de la liguilla de semifinales y en la disputa por la txapela. Después, en el Manomanista de Segunda, la final se le escapó entre los dedos con la semifinal ante Mikel Beroiz en el bolsillo en el estreno del Mimetiz de Zalla. Iba 7-18 en superioridad y se diluyó. El de Uharte acabó en la final y el delantero vizcaino fuera de órbita. No le dio la vuelta al cuerpo.

Se desvirgó en Primera en el Cuatro y Medio del siguiente curso, porque se había ganado el derecho en la cancha. Y no pudo salirle mejor la jugada. Alcanzó los cuartos de final tras dos victorias de mérito. La primera, contra Aitor Zubieta en el Astelena de Eibar (12-22), y la segunda, ante Iñigo Díaz en Balmaseda (21-22). El problema fue que después le esperaba el campeón de la modalidad: Sébastien Gonzalez, que no le dejó disfrutar. El azkaindarra, en vena, le dejó en nueve en Larrainzar.

Desde ese momento, a Urrutikoetxea se le atragantó el acotado y solamente volvió a ganar un partido en la distancia hasta el presente año, en el que se mece entre los semifinalistas. Y es que, en 2011 no pudo con Aritz Lasa y perdió con estrépito sin poder recuperarse de una rotura de fibras que arrastraba de antes (22-5). Ganó el curso siguiente a Sébastien Gonzalez en Tolosa, al que doblegó, pero en octavos se las vio con Oinatz Bengoetxea, que no le dio opciones otra vez en Balmaseda (22-7). En el Municipal de la localidad de Enkarterri, en 2013, fue Ekaitz Saralegi, que terminó haciendo un campeonato antológico, el verdugo. Se impuso por 22-13 a las primeras de cambio. El curso pasado estrenó el frontón de Huércanos con derrota ante Julen Retegi, aunque en octavos de final. Perdió 22-19 en una eliminatoria fea en la que cometió cinco faltas de saque.

El de Zaratamo, delantero de cocción lenta, puntillero en constante evolución y mejora, desde entonces ha subido peldaños. “En años anteriores quizás me faltaba más confianza en mí mismo. Las cosas no me salían y no me encontraba con confianza en los partidos dentro del Cuatro y Medio. He tenido más tiempo para prepararme en esta edición y ahora estamos haciendo buenos entrenamientos. El físico y las manos me han acompañado y eso me ha hecho mejorar en mi juego”, concretaba Urrutikoetxea. Con su inclusión en las semifinales, el actual campeón del Manomanista, colorado con todas las letras, se confirma entre los cuatro mejores en todas las modalidades de la mano profesional. El delantero es un todoterreno y ya ha sido de la partida en las semifinales del Parejas, con Beroiz en 2014, Manomanista, en 2014 y 2015 -campeón- y el presente Cuatro y Medio. Es un gigante entre gigantes. Los otros tres son Aimar Olaizola, Juan Martínez de Irujo y Oinatz Bengoetxea. Cuatro fantásticos.

El pelotari de Zaratamo es ya uno de los fijos en el póquer de pelotaris que pelean por los títulos, en el que se le espera como uno de los mejor posicionados para ser uno de los pelotaris más importantes de la nueva era.

De menos a más

Oinatz Bengoetxea será el adversario de Mikel Urrutikoetxea en las semifinales del Cuatro y Medio. El delantero de Leitza ha cuajado un campeonato de menos a más, siendo su último encuentro ante Altuna III, en el que el amezketarra tenía que llegar a trece y quedó en siete, el máximo exponente de su juego en la distancia. El navarro es un delantero que siempre mete en problemas al vizcaino por la facilidad que tiene de meter velocidad a los primeros compases. El ritmo es su gran aliado porque posee unas posturas de aire de auténtico lujo.

Se le vieron las costuras en la distancia en el descorche ante Aimar Olaizola, pero fue un accidente. El mejor Bengoetxea, el que apareció hasta la lesión en el Manomanista, está aflorando. Urrutikoetxea tiene una prueba dura el sábado en el Labrit de Iruñea. En el único precedente, Oinatz le ganó 22-7.

Campeón en apuros

A Juan Martínez de Irujo le asaltó la incertidumbre en la segunda parte del primer partido de la liguilla de semifinales. Siendo el campeón del Cuatro y Medio en curso, Urrutikoetxea le dio la vuelta a un 9-16 bastante aplastante. Así las cosas, el físico ha sido la mejor noticia del puntillero de Ibero, que supo reponerse de los golpes y, sin llenar de chispazos sus partidos, ha alcanzado las semifinales.

Bailará con las más fea en el Bizkaia de Bilbao el domingo: Aimar Olaizola, el pelotari más laureado en la modalidad.

Siempre favorito

El delantero de Goizueta sigue siendo el coco de la competición. Con siete entorchados, Olaizola II está muy cómodo dentro de la jaula. Posee un remate con la izquierda mortal y gran dominio de la cancha. Aun así, un Altuna III que se la jugó le puso contra las cuerdas en el segundo asalto de los cuartos de final. No obstante, si una cosa tiene el puntillero de Asegarce es la regularidad y ese traspiés en el Atano III le no le ha pasado factura. La victoria ante Artola le dio un plus de confianza. Se juega un puesto en la final contra Martínez de Irujo en el Bizkaia en un Clásico muy atractivo para el espectador. El dinero saldrá a la par, gracias a la disputa entre dos titanes de la pelota a mano actual.

Bengoetxea VI. Oinatz Bengoetxea (24-VIII-1984, Leitza) ha disputado finales en todas las modalidades de la pelota y se le considera uno de los mejores de la última década, a la sombra de Irujo y Aimar. Es un mal rival para Urrutikoetxea y llega sumando juego.

Martínez de Irujo. Juan Martínez de Irujo (4-XI-1981, Ibero) no ha conseguido completar un encuentro entero brillante, pero es uno de los fijos en la pugna. Las tres txapelas del Cuatro y Medio le avalan, pero se encontrará con un Aimar Olaizola que es el amo de la ‘jaula’.

Olaizola II. Aimar Olaizola (13-XI-1979, Goizueta) tiene siete entorchados del Cuatro y Medio en ocho finales. Es el máximo dominador histórico de la modalidad y siempre es el favorito a alcanzar el título. La izquierda no le funcionó ante Altuna III y lo pagó, pero se recuperó a tiempo.