vitoria - “Una prueba de este calibre, con un poso cada vez más internacional, podrá tener a una buena dirección, un presupuesto acorde, el apoyo de las instituciones locales, una buena red de infraestructuras y un trazado único en el mundo, pero nunca, nunca, podrá tener éxito sin vosotros, los voluntarios. En mi nombre y en el de todos los triatletas os quiero dar las gracias de corazón por todo lo que hacéis y cómo lo hacéis. ¡Sois los mejores!”. Huelga decir que los destinatarios del emotivo mensaje aplaudiron a rabiar tras escuchar las palabras de Diego Paredes, vencedor en la modalidad Full de la última edición del Triathlon de Vitoria, celebrado el pasado mes de julio. Sus palabras y las que previamente realizó su rival y amigo Alejandro Santamaría, segundo en la misma prueba, formaban parte de la fiesta con la que la organización del Triathlon quiso homenajear ayer a todos los voluntarios de la misma, más de 500 que acudieron en masa a una recepción en el Palacio Europa y más tarde a una céntrica discoteca de la ciudad para celebrar “el orgullo que significa poder ayudar a que esto salga bien cada año”, reconocía una de ellas a este diario. Previamente, el director de la prueba, Eduardo Martínez, que iba atavidado con la tradicional camiseta azul de la carrera -lo mismo que todos los presentes- se encargó de dar las gracias de forma muy efusiva a todo ese ejército invisble de voluntarios sin cuya presencia la carrera no tendría sentido. A todos ellos agradeció una y otra vez el esfuerzo y dedicación entregados desinteresadamente a la ciudad y citó después algunos de los mensajes que los propios triatletas, profesionales y amateurs, enviaron a la organización días después de la carrera. “Vitoria se puede sentir muy orgullosa de vosotros”, rezaba uno; “No he estado nunca en ninguna carrera con tanta gente y tantas ganas de ayudar”, añadía otro; “Sois una pieza fundamental del Triathlon y encima siempre con una sonrisa”, felicitaba un tercero. En ese punto, los aplausos rompían de nuevo el ritmo de la gala, que además de varios y emotivos vídeos de la jornada, también tuvo su punto de humor con la presencia de Patxi, el carismático personaje vasco al que que da vida el actor vitoriano Gorka Aginagalde. Su particular monólogo sobre las virtudes del vino en detrimento de las “bebidas isotérmicas esas” elevó aún más la temperatura del ambiente, que como fin de fiesta, y después de las intervenciones institucionales, concluyó con una gran foto de familia y una promesa por parte de todos sus protagonistas: el próximo 10 de julio volveremos a estar ahí.
- Multimedia
- Servicios
- Participación