Encamp (andorra) - Frontal, transparente, directo como sus ataques, Mikel Landa, feliz, la dicha dibujándole una sonrisa, olvidado el calor que le minimizó en las cuestas pretéritas de la Vuelta, ventilado por el aire puro de la montañas, el salón de su casa, se desató al radiografiar su magnífico triunfo de etapa. Una jornada que tenía marcada desde que en los días precedentes perdiera contacto con la general. “Hace tres días perdí toda opción de hacer la General y lo necesitaba, necesitaba esto”, subrayó el alavés, que solo escuchó su voz interior, la que le llamaba a hacer cumbre sin atender a la táctica, al pinganillo. “La libertad me la he cogido yo. He cogido vía libre”, expuso Mikel Landa, que dijo sentir “muchísima alegría” por vencer una etapa que se hacía interminable por exigente. “Los tres últimos kilómetros han sido los más duros de mi vida”.

Relató el de Murgia que a “falta de cinco kilómetros veía que les costaba bajar la diferencia y he visto que podía llegar”. Mikel Landa, que en su bolsillo guardaba los tesoros de Madonna di Campiglio y Aprica, había rotulado en rojo la etapa de ayer. “Tenía el día marcado, por eso estuve atento a la fuga. En el último puerto no tenía mucho tiempo, pero me he encontrado fuerte y he sabido regular”, explicó Landa. A diferencia de cimas anteriores, el alavés encontró la paz sobre los tejados andorranos. “¿La diferencia? Quizás hoy (por ayer) he conseguido disfrutar de la bici y he podido remontar”. Con la etapa reina grabada con su nombre, Landa tratará de colaborar en el fortalecimiento del liderato de Aru. “Ojalá pueda llegar hasta Madrid. Aru ha dado un fuerte golpe a la clasificación general. Esperemos que vaya a más, pueda salvar la diferencia y ganar la Vuelta”. Eso tratará de hacer Dumoulin, que si bien perdió el liderato, mantuvo la compostura. “No voy a renunciar tan fácil”, aseguró el holandés, tercero en la general, a 30 segundos de Aru.

Paulinho, atropellado Quienes se vieron obligados a renunciar fueron Amets Txurruka que, golpeado en la 9ª etapa, no pudo acabar ayer. Tampoco Sergio Paulinho (Tinkoff), atropellado por una moto de televisión que le mandó al hospital y le dejó sin carrera. Eso mismo le ocurrió a Peter Sagan, compañero del portugués. Tinkoff exigirá explicaciones a la organización.