Ocho participaciones en la Grande Boucle ha necesitado Alejandro Valverde para alcanzar el cajón de París. Ayer, al cruzar la meta de Alpe d’Huez, el ciclista murciano no pudo contener las lágrimas. El Bala, como es conocido dentro del pelotón, lloró. Un llanto de alegría. Un sentimiento que ha experimentado en contadas ocasiones en la ronda gala. El año pasado, por ejemplo, vio como el podio se le escapó de las manos por poco. Rozó la gloria al acabar cuarto. Remató al poste. Ahora, a sus 35 años, logra “algo con lo que había soñado toda la vida. No es una victoria, es un tercer puesto, pero me sabe a gloria”.
Lejos quedan ya aquellos años en los que sus participaciones en el Tour parecían malditas. Su estreno en 2005 parecía augurar un idilio con la carrera francesa, pero no fue así. Ese año se impuso en la cima de Courchevel, por delante de Lance Armstrong. Pero pocos días después tuvo que abandonar por una caída. Doce meses después, la maldición volvió a acompañarle. Nuevamente, tras una costalada, tuvo que poner rumbo a casa. Aunque regresó en 2007 y 2008, con un quinto y un octavo puesto, respectivamente, su sueño de estar en lo más alto de París cada vez parecía más lejano. El cuarto puesto que firmó en la pasada edición auguraba que más alto no iba a poder estar.
Pero en 2015 el gafe ha terminado. La espina del Tour ya no lastrará más la piernas de Valverde. Tampoco su cabeza. Hoy, en los Campos Elíseos, con el Arco del Triunfo de fondo, acompañará a Chris Froome y a Nairo Quintana. El Bala, uno de los ciclistas españoles más laureados, añade una reseña más a su extenso palmarés (vencedor de la Vuelta en 2009, en la que suma cinco podios más; tres Lieja-Bastoña-Lieja; tres Flecha Valona y seis medallas en los mundiales, entre otros títulos).
En la última cita con la montaña, con el imponente Alpe d´Huez como plato fuerte, tanto Valverde como Quintana trataron de quitar el maillot amarillo a Froome. Se quedaron cerca. El murciano se sacrificó por el jefe de filas del Movistar. Pero no fue suficiente. El cafetero se quedó a un minuto del liderato. “Hemos hecho todo lo que hemos podido. Arrancamos en la Croix de Fer y en Alpe d’Huez. Alcanzar dos plazas en el podio está muy bien. Solo queda darle la enhorabuena a Froome y a su equipo por el gran trabajo que han hecho”, indicó Valverde asediado por los periodistas al cruzar la línea de meta: “Tenía bastante miedo de Nibali. Yo estaba bien, pero en esta tercera semana del Tour las fuerzas flaquean y todo es muy duro”.
contador planifica el 2016 Alberto Contador, por su parte, ya comienza a centrarse en el próximo curso. El madrileño, quinto en la general, se ha quedado muy lejos de su objetivo del doblete. “He hecho un Tour digno, aunque ni mucho menos estoy contento. El año que viene cambiaremos el plan por completo, me centraré en el Tour. Quiero una temporada como la del año pasado: disputar todas las carreras de principio de temporada, hacer el Tour y los Juegos Olímpicos, que creo que son duros y quizá se me pueden adaptar por una vez”, destacó el líder del Tinkoff-Saxo, que puso en duda su retirada en 2016.