vitoria - Lo advirtió Alberto Zerain en la víspera, antes de iniciar el ataque definitivo a la cumbre del Broad Peak (8.047 metros): “Hay mucha nieve acumulada y ya nos hacemos una idea de lo que nos vamos a encontrar, así que no vamos a arriesgar lo mínimo”. Dicho y hecho. Después de comprobar sobre el terreno las tremendas dificultades para abrir huella -la expedición alavesa era ayer jueves la primera que intentó hollar la cumbre-, Zeras y Juanito Oiarzabal desistieron de su intento de llegar hasta arriba y dieron media vuelta. El punto de inflexión llegó a una altitud de 7.750 metros, a solo 297 metros del final, una distancia a priori menor para el común de los mortales pero lo suficientemente respetable en el alpinismo de elite como para jugarse la vida. No hubo la menor discusión, entre otras cosas porque la cuestión ya estaba lo suficientemente clara desde que en la madrugada del jueves iniciaron el asalto final.

La pareja de alaveses se dio media vuelta y habría descendido según las primeras informaciones hasta el campo base 4 (situado a unos 7.600 metros), donde habrían tenido tiempo de nuevo para descansar, tonificar e hidratar el cuerpo y acordar con la expedición ecuatoriana que les precedía y con la que ayer trataron sin éxito de subir al Broad Peak los detalles del asalto de hoy. Será la última bala para Juanito y su ambicioso proyecto debido a las condiciones climatológicas, que ayer eran muy buenas -con la excepción del denso manto de nieve- y hoy se esperan igual de óptimas para ascender, pero que podrían variar a partir de mañana domingo. Dicha expedición latinoamericana que ayer tampoco pudo subir estaba formada por Iván Vallejo, Esteban Mena y Carla Pérez. En el campo base 3, mientras tanto, se encontraba el grupo de Oscar Cadiach, que trata de completar con el Broad los catorce ochomiles, y a pocos kilómetros de distancia, Ferrán Latorre y su grupo hacían cumbre en el Hidden Peak. Además, Carlos Suárez anunciaba también su intención de atacar el K-2 hoy.

Por segunda vez en apenas 24 horas, Juanito y Zerain -que buscaría el octavo ochomil de su carrera- tratarán de hacer lo propio hoy en el Broad. Se espera que en el ataque iniciado esta madrugada puedan contar con la ayuda de más alpinistas, lo cual servirá para abrir huella con más facilidad en las zonas donde la nieve es más profunda. Especialmente agradecido por la ayuda se mostrará Zeras, el fueraborda que un día antes, según reconoció su compañero de cordada, abrió camino como un jabato para alcanzar el campo 3 a 6.900 metros de altitud. El ataque de hoy será la última baza de la expedición alavesa, una oportunidad decisiva para mantener viva después la llama de ese proyecto extraordinario que es el 2X14X8000, que de terminarlo con éxito trasladaría finalmente a Juanito al olimpo de la leyenda.