Aorillas del Volga se inicia el camino hacia los Juegos de Río. La natación mundial se cita en Kazan, tierra de tártaros, para empezar a dar pistas sobre quienes pueden ser los medallistas de uno de los deportes reyes del programa olímpico en la cita de 2016. Algunos resultados pueden no resultar significativos, porque habrá algunas ausencias destacadas, pero en cada calle del enorme complejo del Kazan Arena habrá gente peleando por alguna de las 75 medallas que se reparten, pero también mirando de reojo a sus lados en busca de referencias para ganar esas centésimas de segundo que puedan conducir a la gloria dentro de un año.

Esta debería haber sido la competición de regreso de Michael Phelps, pero una sanción de seis meses que le impuso la federación estadounidense por conducir ebrio le impedirá formar parte del equipo más potente al que liderarán tres de sus principales estrellas: Ryan Lochte, Missy Franklin y, sobre todo, Katie Ledecky, la chica que con 16 años se colgó cuatro oros hace dos años en Barcelona. Ahora, en Kazan, no se espera menos que mantenga su incontestable tiranía en las pruebas de medio fondo y fondo.

Otra de las estrellas del campeonato debería ser Chad Le Clos, el sudafricano que destronó a Phelps en los Juegos de Londres y del que se vuelve a esperar que domine las pruebas de mariposa en este Mundial con el permiso del polaco Konrad Czerniak y el japonés Dalya Seto. La incansable húngara Kattinka Hosszu volverá a afrontar un programa múltiple con muchas posibilidades de éxitos. Su principal rival, Mireia Belmonte, acusa problemas físicos que le descartan de las grades hazañas. La de Badalona sufre una lesión en los dos hombros que aconsejan su renuncia al campeonato, algo que no se decidirá hasta que la líder de la natación española se pruebe estos días en las frías aguas de la ciudad rusa. De momento, ya ha descartado tres de las siete pruebas que quería afrontar.

El calendario de la natación no empezará hasta la semana que viene, pero Belmonte no apurará tanto porque sabe que no está en su mejor condición y no quiere arriesgar ni un ápice si eso supone comprometer su preparación olímpica. Sin la catalana, las opciones españolas de medalla se reducen y recaen casi en exclusiva en Melani Costa, que deberá asumir el liderazgo en un campeonato globalizado, en el que muchos países cuentan con aspirantes a pisar el cajón.

Los anfitriones confían en ver en el agua los efectos de su apuesta por acoger el Mundial y para eso Vladimir Morozov, Danila Izotov o Yulia Efimova, de vuelta tras una sanción por dopaje, la misma que sufrió el chino Sun Yang, una de las estrellas del fondo. Francia saldrá sin Yannick Angel, con un problema pulmonar, pero con otros de sus gallos como Camille Lacourt, Florent Manaudou y Jeremy Stravius, e Italia tendrá a Federica Pellegrini, Luca Dotto y Gregorio Paltrinieri como líderes de un equipo potente.

Australia no podrá contar con James Magnussen, también lesionado en un hombro, pero confía para subir al podio en Emily Seebohm, las hermanas Cate y Bronte Campbell y Mark Horton. La lituana Ruta Meylutite, la danesa Jeanette Ottesen, el alemán Paul Biederman, el eterno brasileño César Cielo y su compatriota Bruno Fratus, la holandesa Femke Heemskerk y la sueca Sarah Sjostrom adornan el elenco de un campeonato en el que se espera la explosión definitiva de Adam Peaty, un jovencito británico de 20 años que es el actual recordman mundial de 50 y 100 braza y que el año pasado sumó cuatro oros europeos para una selección en clara progresión tras los Juegos de Londres. Japón, en cambio, tendrá la importante ausencia de Kosuke Hagino, lesionado en un accidente de bicicleta.

primeras medallas Tras la inauguración de ayer y la previa de los saltos de trampolín de un metro, la competición de verdad empieza hoy a poner medallas con las pruebas en aguas abiertas, donde Erika Villaécija busca una plaza olímpica, y la sincronizada, donde España quiere atrapar sus primeras medallas de la mano de Ona Carbonell, y los saltos de trampolín. Mañana se pondrá en marcha el waterpolo donde la selección española femenina defiende el título logrado hace dos años en Barcelona.

Para los primeros días de julio, queda la entrada en acción de los clavadistas que se estrenaron con éxito en el anterior Mundial y que tanto hicieron disfrutar a la gente de Bilbao en la prueba de la Red Bull Series hace un año. La mayoría de los que cerrarán el próximo mes de septiembre el certamen en el Puente de La Salve estarán en Kazan, lo que permitirá abrir boca para un espectáculo único a 27 metros del suelo.