Aunque con cuentagotas, el balonmano alavés continúa dando pequeños pasos, aunque firmes, para recuperar el prestigio perdido. Si hace dos temporadas fueron las chicas del Eharialdea las que consiguieron un histórico ascenso a la División de Plata (la pasada campaña lograron la permanencia en la última jornada), esta vez el turno les ha tocado a los jugadores del Gure Auzune, que recientemente disputaron sin éxito en Zaragoza la fase de ascenso a Primera Nacional. Pues bien, como quiera que la suerte o las penurias económicas también juegan un papel fundamental en la continuidad de proyectos como el de los vitorianos, el balonmano les ha dado esta vez la revancha. La renuncia de la Agrupación Balonmano Gijón Jovellanos a salir a partir del 20 de septiembre a competir en Primera Nacional tras el descenso de su hermano mayor de Asobal a División de Honor B, ha sido la tecla justa para que Pedro Amurrio, presidente del Gure, vea cumplido el sueño de atraer cada quince días a la cancha del Divino a jugadores semiprofesionales. Tras asumir y recibir el club vitoriano dicha vacante por parte de la Federación Española de Balonmano, toca ahora una labor si cabe más exhaustiva en la captación de recursos atípicos para poder sufragar la próxima temporada una competición huérfana de representantes alaveses desde hace 23 años.

En declaraciones a este diario, Pedro Amurrio se mostraba ayer agradecido una vez confirmada la buena noticia: “Queremos agradecer las gestiones realizadas por los responsables tanto de la Española como de la Vasca. Ahora toca empezar a trabajar”.

El desafío es enorme para una plantilla de jugadores en la que varios de ellos ya han competido en la nueva división, pero que para muchos supondrá el escalón más alto en su carrera hasta el momento. Desde el club se toma perspectiva y se valora la oportunidad brindada como una ocasión inmejorable para relanzar el balonmano en toda la provincia, últimamente en horas bajas sobre todo en categoría masculina, y para impulsar el trabajo realizado en los últimos años en las categorías inferiores del club. Los máximos responsables del club pretenden que Divino Maestro se convierta en el escenario desde donde se proyecte de nuevo “la pasión por el balonmano” disfrutando de una liga de mayor nivel en Vitoria.

El reto se presenta ilusionante pero no exento de dificultades. Jugadores, directiva y cuerpo técnico lo tienen claro. “Arrancamos el camino en Primera con la esperanza de que nuestro esfuerzo y la ayuda que nos brinden por el camino patrocinadores, instituciones, aficionados y medios, nos haga más fácil llegar a la meta de la permanencia, primer paso para asentar el proyecto”, señalaba ayer Ioseba Monje, vicepresidente económico del club. Una de las tareas ahora es buscar la finaciación para los gastos de la próxima campaña, hasta seis veces superiores, por lo que encontrar patrocinadores privados y apoyos públicos se antoja imprescindible.

Grupos. La categoría está

formada por seis grupos de

entre 14 y 16 equipos (en función de las necesidades). La confección definitiva se conocerá

entre el 10 y el 15 de julio.

Grupo del Gure. A la espera de la confirmación oficial, el Gure formará parte del llamado ‘Grupo vasco’, formado por 12 equipos de Euskadi, tres de Navarra

y uno de Cantabria.

Inicio Liga. 20 septiembre.