Bilbao - No lo ha pasado bien Mikel Larunbe desde que debutó. Entre los problemas de manos, las lesiones y la falta de confianza, no consiguió alcanzar su nivel. Es cabezón, lo reconoce, y de ahí ha nacido esta final del Parejas de Segunda.
Por culpa de los problemas en la mano, no pudo ser de la partida en el decisivo partido de las semifinales del Parejas de Segunda, ¿cómo está su zurda?
-Esta semana ya he entrenado normal y afronto la final sin ninguna pega.
¿Cómo está pasando esta semana previa a la disputa por el cetro?
-La verdad es que la estoy viviendo con bastante normalidad.
¿Cuál es su valoración del campeonato a punto de jugar la final del Parejas de Segunda?
-Ha sido un campeonato, con diferencia, mejor que los dos últimos. Para empezar, de manos me he encontrado muy bien. Desde diciembre empecé a entrenar más. Aunque no realicé entrenamientos exigentes, metí más días de frontón. Noto mejoría, confianza. Aunque perdimos los tres primeros encuentros, hicimos cosas mal pero también mostramos cosas buenas. Le dije a Jorge desde el primer partido que teníamos que seguir y seguir. Teníamos ganas. En la cuarta jornada nos salieron bien las cosas y encadenamos cuatro victorias seguidas. Hemos ido de menos a más.
Es decir, que la mejoría en su juego se debe al trabajo diario y a meter horas y horas en la cancha, ¿no?
-Sí. He pasado desde que debuté dos años malos. Nada más debutar, aunque el estreno fue bien, me fastidié la mano, después me metí en un partido de campeonato justo y encadené un montón de partidos sin confianza, jugando mal. He tenido lesiones, pero también sé que cuando he estado sin problemas físicos tampoco he andado bien, con confianza. Eso se veía. El verano no fue tan malo, pero hablando con Pablo Berasaluze, que siempre está encima, me comentó que si quería tirar para adelante tenía que meter horas de frontón.
Continúe.
-Me decía que mientras me respetaran las manos tenía que andar, que no importaba si quince minutos un día y otro una hora. Recuerdo que me dijo: “Todo lo que hagas es poco”. Cogí esa filosofía. Hice entrenamientos por mi cuenta semana a semana. Los del grupo de Iurreta me apoyaron mucho, me corrigieron. Pablo sabe un montón y decía cosas con mucho sentido. También ha sido muy importante Josetxu Areitio, que ha estado disponible para entrenar conmigo en cualquier circunstancia. Ha hecho un trabajo terrible.
¿Han sido claves Pablo y Josetxu en su mejoría?
-Las claves han sido el apoyo de los pelotaris de mi grupo, sobre todo de Pablo, porque es veterano y aporta mucho; el de Josetxu y que yo soy un cabezón. He pasado épocas malas, porque aparte de las lesiones, he estado sin confianza, he hecho desastres y lo he pasado mal, pero si quiero algo me entrego al cien por cien. A veces es fe ciega, pero tiro para adelante. Soy así para bien o para mal. Sé de dónde vengo y dónde he estado y aunque he mejorado un poco, es otra satisfacción. Siempre hay que tener la mirada hacia adelante y en los momentos malos hay que aguantar.
Lo que no mata, te hace más fuerte.
-Eso es. Una vez me dijo un conocido por la calle que en la vida del deportista hay dos momentos: unas veces eres yunque y otras martillo. Cuando eres yunque tienes que aguantar y cuando eres martillo, aprovechar para dar caña. Me ha tocado ser yunque muchas veces y pocas martillo y eso te hace fuerte. Ahora que estoy un poco mejor, me toca disfrutar y seguir trabajando.
¿Qué tal está Jorge Rico después del fallecimiento repentino de su padre?
-Lo que le ha pasado es un gran mazazo porque estaban muy unidos. Él quiere jugar la final y creo que es una decisión personal, es un buen momento para tirar para adelante. Seguro que estará muy motivado para ofrecerle y dedicarle la final. Hablo todos los días con él e intento animarle, somos compañeros dentro y fuera de la cancha.
¿Cómo ve a Erik Jaka y Xabier Tolosa, a quienes se enfrentan esta tarde en el Labrit?
-Duros. Tolosa igual empezó con dudas, pero ha ido para arriba. Jaka está muy bien, ha terminado muchos tantos, está enchufado y no perdona. Hay que quitarle pelota.
¿Y el frontón?
-El Labrit me encanta. Es muy noble. El ambiente es muy bueno. Hay dos tercios de entrada mínimo todos los sábados, con gente joven, y es muy especial. Estará lleno y estoy encantado por jugar en ese frontón. Me gusta. Estoy encantado de jugar allí.