LIZARRA - Ángel Vicioso (Katusha) cantó bingo cuando jugaba con un solo cartón ante el acorazado Movistar, que acudió al Puy, el felpudo que da la bienvenida a la meta del Gran Premio Miguel Indurain en Lizarra, con un fajo de cartones y expertos jugadores para llevarse el premio. Sin embargo, ni Ion Izagirre, ni Beñat Intxausti, ni Alejandro Valverde, el anterior ganador de la clásica, pudieron someter a Vicioso, el más rápido en la ascensión definitiva al Puy. Nadie pudo con Ángel Vicioso, que mantuvo la serenidad y la calma necesarias a pesar de correr en minoría para dejar su huella en Lizarra.

Vicioso se cosió a la fuga buena de la carrera, la que provocó el ataque de Beñat Intxausti, protagonista de los principales pasajes de la prueba. El vizcaíno rompió el status quo cuando restaban 47 kilómetros. Se impulsó en Lezaun, una vez la anterior intentona fue anulada por Movistar y Katusha. El movimiento de Intxausti provocó una reacción en cadena. Once corredores, entre ellos Intxausti, Izagirre, Vicioso , Acevedo y Txurruka hicieron grupo y distancia. La clásica entraba en estado de ebullición con el Movistar manejando los hilos. Más si cabe cuando la subida a Eraul cribó el grupo. Se mantuvieron Intxausti, Ion Izagirre Vicioso y Janier Acevedo. Intxausti, pletórico elevó aún más la temperatura y se quedó solo junto a Vicioso. Por detrás, Valverde se estiró y logró enlazar. Su candidatura parecía la más firme. Ocurrió que, citados en el Puy, Ángel Vicioso gestionó mejor que ningún otro el asalto a la victoria y extendió los brazos sonriente tras haber cantado bingo por delante de Izagirre, Intxausti, Acevedo y Valverde. - C. Ortuzar