- Natxo González es un chaval que engaña a simple vista. De sonrisa fácil y cara casi imberbe, parece imposible que este surfista de 19 años sea capaz de domesticar olas de más de seis metros. Parece demasiado canijo y coherente como para hacer frente a semejante tamaño. Sin embargo, el plentziarra no solo las domina, sino que las tutea sin miedo, rompe su espuma con las quillas y disfruta de cada segundo que la naturaleza le permite compartir con ellas. “Me encanta coger olas grandes, empecé a los 13 años con un buen equipo que me hizo sentir que era capaz de conseguirlo. Así que empecé y no he parado”, explica Natxo. Así, seis temporadas después y siempre con el neopreno más gordo como uniforme de trabajo, el vasco ha logrado clasificarse para el Big Wave Tour 2015, el circuito mundial de olas grandes, convirtiéndose en el surfista más joven que luchará por el trono gigante la próxima temporada.

Acceder a la élite de las olas extremas no es sencillo. Se trata de un circuito selectivo destinado a unos pocos elegidos con la suficiente habilidad y locura para retar a las enormes paredes saladas. Pero gracias al Punta Galea Challenge, campeonato que se celebra en la costa vizcaína, Natxo será uno de ellos. El plentziarra maravilló al mundo con su gran actuación en el acantilado getxotarra y su quinto puesto final le afianzó en la novena posición del ranking general. Plaza que otorga el derecho de disputar el circuito mundial: “Estar en el Top 10 de los mejores del mundo es algo impagable, de hecho, cuando me enteré empecé a llorar. Pensar que de los diez mejores surfistas de olas grandes del mundo, yo soy uno? Estoy muy motivado para la temporada que viene”, reconoce Natxo.

El circuito le llevará por medio planeta, ya que consta de seis paradas: el Quiksilver Ceremonial Chile en Punta de Lobos, el Dungeons en Sudáfrica, el Punta Galea Challenge, Todos Santos Challenge en México y el Pe’ahi Challenge (Jaws) en Hawaii. Será la primera vez que pruebe algunas de las olas más gordas del planeta, pero lejos de tener miedo, al vasco le matan las ganas: “Me muero por ir a Puerto Escondido, me hace mucha ilusión, pero sobre todo quiero ir a Mavericks, que es la ola por excelencia. Aunque ambas son muy grandes y potentes”, confiesa.

En una campaña bastante deslucida donde tan solo se pudieron disputar dos de las seis pruebas del circuito -Billabong Pico Alto y el Punta Galea Challenge-, fue la falta de olas la que, irónicamente, permitió que el plentziarra accediera a la élite. Y es que los periodos de espera para la celebración de las otras cuatro pruebas, en las que el joven surfista no tenía invitación, finalizaron sin una buena marejada que permitiera su celebración. Y, así, se acabó la temporada.

Sin embargo, la inquietud constante de Natxo le impide estar en un sitio mucho tiempo por lo que, con la campaña finalizada, el vizcaíno se embarcó junto a Hodei Collazo e Imanol Yeregi en una aventura que echó ancla en Islandia. Un mundo gélido rodeado de hielo y nieve. “No fue fácil la decisión de venir a un lugar tan frío, pero es un país rodeado completamente por un entorno salvaje”, explica Natxo. Y la idea de encontrar una ola solitaria al otro lado del mundo era demasiado atractiva como para dejarla escapar. Así que hicieron las maletas y se marcharon al Ártico, donde encontraron unas condiciones climatológicas tan extremas que la rutina diaria se hacía casi imposible. Los 25 grados bajo cero eran los protagonistas día a día y los ojos no tuvieron más remedio que acostumbrarse al manto blanco que cubría cada centímetro de suelo. Pero los tres surfistas encontraron lo que fueron a buscar: su ola. “Ha sido una de los lugares más bonitos en los que he estado. Surfear bajo la aurora boreal es la mejor experiencia de mi vida”, dice Natxo.

Una izquierda pesada y potente apareció ante sus ojos cuando accedieron al acantilado y miraron al horizonte. Alrededor, montañas nevadas y suelos helados. Nadie en el agua. Ni a varios metros a la redonda. El trío de surfistas aprovechó las escasas horas de luz de Islandia en una ola solitaria y, cuando el sol desapareció, los destellos verdes de la aurora boreal pusieron la guinda a una estampa perfecta. A un momento único, irrepetible. Perfecto para celebrar el billete al circuito mundial de olas grandes.

El nombre de Natxo González ha saltado al escenario global del surf gracias a su buena actuación en olas grandes. De hecho, el plentziarra ha sido nominado a los premios del surf gigante, a los Billabong XXL Awards, a la cabalgada XXL del año por su descenso en la semifinal del Punta Galea. Sin embargo, el joven rider también destaca con la tabla corta. “Ahora, después de lo ocurrido, el circuito XXL es mi objetivo principal de la temporada. Es mi primera vez y voy a ir a tope. Pero tampoco voy a abandonar el circuito junior porque el surf en olas pequeñas también me gusta mucho y voy a entrenar también para ellas”, reconoce Natxo. De esta forma, el plentziarra comienza la temporada en Hawaii, donde por fin se quitará el neopreno en un campeonato que comenzó ayer en la ola de Pipeline, con el objetivo de reeditar la clasificación que logró el año pasado para la final mundial pro junior.

Hemisferio sur. Dungeons Challenge (Sudáfrica), Pico Alto (Perú) y Ceremonial Chile. Del 15 de abril al 31 de agosto.

Hemisferio norte. Punta Galea Challenge, Pe’ahi Callenge (Hawai) y Todos Santos (México); del 15 de octubre al 28 de febrero.