Vitoria - No hay margen de error para el Eharialdea, que mañana se jugará la temporada a una carta, ya que una derrota ante el Camargo le condenaría a un descenso prematuro, pues todavía restan dos jornadas más para acabar la liga. Por contra, una victoria seguiría dando a las vitorianas opciones para certificar la permanencia. El rival es el equipo cántabro, que cuenta con una defensa muy agresiva y que ya en el partido de idea logró imponerse a las alavesas. Mañana, en el polideportivo de Lakua (12.30), todas las opciones de victoria pasarán por “hacer una defensa férrea que haga contener su caudal ofensivo y así poder llevar la voz cantante”, valoró Iñaki Santamaría. - DNA
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