bilbao - La polémica ya está servida. Es prácticamente un flash-back a lo que sucedió en 2009 y 2012. El Real Madrid vuelve a tener la última palabra de una final de Copa que no juega. Como ocurrió hace seis y tres años, respectivamente, Athletic y Barcelona se jugarán el título el próximo 30 de mayo, sin que aún se conozca la sede de la finalísima, y los dos clubes solicitarán a la Federación Española de Fútbol que el Santiago Bernabéu acoja el encuentro por razones que comparten ambas entidades, argumentadas sobre todo en el aforo del coliseo blanco, 81.000 espectadores, y que favorecerá a las respectivas masas sociales.

El Athleticse volcará en el frente institucional para consumar su objetivo prioritario de que la tercera final consecutiva ante el Barça se dispute en el Bernabéu. Es una cuestión de puro sentido común, dicen en la Comisión Gestora de la entidad rojiblanca, que emprenderá mañana mismo la primera actuación directa, en la comida oficial que mantendrá con los emisarios de la Junta Directiva madridista al encuentro de liga en San Mamés entre el conjunto de Ernesto Valverde y el de Carlo Ancelotti, que llega a Bilbao como líder, con solo dos puntos de renta sobre el Barcelona.

La actitud inicial del Real Madrid, que no se ha manifestado de forma oficial, reside en no ceder el Bernabéu para la final de Copa, como ya ejerciera en las dos ediciones de 2009 y 2012.

Se trata de conocer de primera mano los argumentos que esgrime Florentino Pérez, presidente del Madrid, para negarse a que Athletic y Barça jueguen en su casa. Se entienden que son razones con poco peso lógico pero motivadas por la adrenalina propia, especialmente hacia la posibilidad de que el conjunto azulgrana levante la Copa en el Bernabéu, lo que no gusta para consumo interno, como ya ocurriera en 1997, cuando los azulgranas derrotaron en la prórroga al Betis de Roberto Ríos.

El Athletic, en cambio, apelará a la compresión y a la lógica. Cree que es la sede ideal, por reunir el mayor aforo posible y propiciar así que pueda asistir el mayor porcentaje posible de la masa social rojiblanca, que esta temporada se ha elevado en casi 9.000 en número con la incorporación de los socios Barria; por logística, por infraestructuras, por distancia entre Bilbao y Barcelona, y por oferta hostelera, entre otros conceptos.

El Athletic no ha manifestado institucionalmente su deseo de jugar la final en el Bernabéu, pero sí lo han hecho voces autorizadas, como el propio Ernesto Valverde, pese a que es “algo que no me compete”.

Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, también apuesta por el Bernabéu, sede que pedirá de forma oficial. “Queremos jugar en el estadio con mayor capacidad, siempre que no sea el nuestro, ya que una final como local trae mal fario. Tenemos que luchar para beneficiar al mayor número de nuestros seguidores. Hablaremos entre presidentes e intentar convencer a la Federación Española de nuestra propuesta”.

mestalla, el plan b La próxima semana se decidirá la sede que acoja la finalísima y Valencia, a través de su alcaldesa Rita Barberá, ya se ha ofrecido para que el partido se juegue en Mestalla, como sucediera seis años atrás: “Este tipo de partidos son acontecimientos que traen mucha gente, lo que contribuye a darle una proyección importante. Lo que verdaderamente esperamos es poder tener esta final en Valencia”. La opción del Vicente Calderón, además, está descartada, ya que el 31 de mayo el grupo AC/DC ofrecerá un concierto en el feudo colchonero, mientras que tampoco se contempla La Cartuja de Sevilla. - P.Ruiz