vitoria - Casi de un día para otro, Ricardo García se vio preparando el equipaje para embarcarse en una exótica aventura a miles de kilómetros de casa. Tras la desaparición de su anterior equipo, no dudó en aceptar la propuesta del Ukyo japonés para competir con su maillot en 2014. “Al final era un poco un salvavidas de todo lo que pasó con Euskaltel, que salimos escaldados. Nos quedamos sin nada. Hubo quien se quedó descolgado del todo y yo por lo menos tuve donde engancharme. Y fue bien pero al final la distancia se me vino contra mí. Fue un poco un arma de doble filo. Me costó mucho adaptarme porque es duro echar de menos a la gente. No puedes desconectar y estar centrado al cien por cien”, resume sobre su paso por el país del sol naciente.
Visto desde la distancia, parece que fue ayer cuando se subió al avión pero la percepción del tiempo siempre es muy diferente cuando se vive en primera persona. “Han sido ocho meses, que se dice pronto, pero es jodido. Si dices que es para hacer un trabajo cualquiera en otro país, pues bueno, pero en este tienes que estar centrado al 100%... y ya cuando estás pensando en otras cosas es jodido”, reconoce.
Sin embargo, García estaba dispuesto a repetir la experiencia si el Ukyo no hubiera faltado a su promesa de renovación. “Por una parte me echaban para atrás los ocho meses que me hubiera tenido que tirar allí otra vez pero no habiendo aquí nada me lo hubiese pensado. Si las condiciones económicas hubiesen estado bien habría seguido adelante”, asume. - T. S.