Doha (Qatar) - La selección española de balonmano busca esta tarde ante Dinamarca (19.00 horas, Teledeporte) un puesto en las semifinales del Mundial de Qatar en un encuentro que va a revivir una rivalidad que se ha convertido en los últimos años en una de las más enconadas del panorama internacional. Ni la contundente victoria (35-19) del conjunto español sobre los daneses en la final del último Mundial, ni el más intrascendente triunfo (28-31) de los nórdicos en el pasado Europeo parecen haber saldado las numerosas cuentas pendientes que han dejado los recientes duelos entre ambos conjuntos.
Hasta en seis ocasiones se han encontrado españoles y daneses en los últimos cinco años, en Juegos Olímpicos, campeonatos europeos y mundiales, una intensa serie que, hasta ahora, tiene un claro color danés, como confirman los cinco triunfos nórdicos. Una estadística que no merma la confianza de un equipo español reforzado por la continua mejoría que ha mostrado en este Mundial hasta alcanzar la plenitud en el pasado encuentro de octavos de final, en el que los pupilos de Manolo Cadenas desarbolaron con pasmosa facilidad a la siempre correosa Túnez (28-20).
La solidez defensiva, que cada vez recuerda más al inexpugnable equipo que logró hace dos años su segunda corona mundial en Barcelona, volverá a ser la pieza sobre la que se sustenten las opciones de victoria de la selección española. Una defensa que deberá dar todavía un paso más para poder contener el temible ataque danés, que cuenta con un amplio y variado catalogo de recursos, entre los que sobresale el lateral Mikkel Hansen, para muchos el mejor jugador del planeta.
La presencia de Hansen no sólo dota a Dinamarca de una excepcional capacidad de lanzamiento, sino de una claridad ofensiva que acelera el vertiginoso movimiento de balón de los nórdicos. Esa virtud obligará a España, como advirtió Viran Morros, uno de los pilares defensivos del equipo, a arriesgar para tratar de entorpecer la fluida circulación de balón de la que se nutren los efectivos extremos y pivotes daneses. Un trabajo defensivo en el que deberán jugar un papel decisivo los guardametas, José Manuel Sierra y sobre todo el joven Gonzalo Pérez de Vargas, que en su estreno en un Mundial se ha convertido en una de las sensaciones del torneo, como confirma su liderato en la clasificación de mejores porteros.
Si en defensa la selección española deberá rozar la perfección, no menos excelso deberá ser el juego ofensivo, ya que Dinamarca dispone de una de las mejores defensas del campeonato. Los pupilos de Manolo Cadenas deberán incidir en el juego variado, con continuos cruces, permutas y desplazamientos. El mismo estilo que han desplegado hasta ahora en Doha para hacer llegar el balón a los extremos, donde Valero Rivera y Víctor Tomás se están mostrando casi infalibles, y al mejor pivote del mundo, Julen Aginagalde.