Vitoria - La tradicional cita con la San Silvestre volvió a ser todo un espectáculo y las calles del centro de Vitoria se llenaron una Nochevieja más de corredores, la mayoría de ellos populares, para recorrer un trayecto de poco más de seis kilómetros desde Corazonistas hasta la calle Olaguibel. Cuatro mil corredores lucían el dorsal oficial de la prueba, pero, una vez más, la cantidad de atletas que participaron en la última carrera del año sin haberse inscrito fue importantísima. Ni siquiera el frío siberiano que azotaba Vitoria fue obstáculo para que muchos amantes del running se calzaran las zapatillas antes de la última cena del año y acompañasen en la San Silvestre a los que a la postre fueron sus ganadores. Iván Fernández y Majida Maayouf impusieron su ley con contundencia por las calles de la capital alavesa para alzarse con el título en esta prestigiosa prueba.

El corredor vitoriano revalidó el título que ya conquistó en la edición de 2013 y lo hizo con toda una exhibición. No quiso esperar demasiado Iván Fernández para demostrar que se encuentra en un estado de forma espectacular y casi desde los primeros metros de la prueba decidió pisar el acelerador a fondo para comenzar así a marcar distancias ante unos oponentes que nada pudieron hacer para alcanzar su estilosa zancada. Así, el atleta del Bikila atravesó la línea de meta de la calle Olaguibel con un tiempo final de 17 minutos y 39 segundos, consiguiendo más de un minuto de renta con los dos corredores que completaron los cajones del podio, Aimad Bouziane y Marc Hurtado.

Tampoco en la categoría femenina existieron dudas de quién iba a alzarse con el título, ya que Majida Maayouf también rompió las hostilidades para quedarse sola desde muy pronto hasta alcanzar la meta con un tiempo de 21 minutos y 53 segundos y una gran renta sobre Laura García y Elena Loyo, segunda y tercera respectivamente.

Más allá de la competición propiamente dicha, la San Silvestre fue de nuevo toda una exhibición de la imaginación de los corredores, que eligieron vestimentas de todo tipo y condición para la carrera y tiñeron de color las calles del centro de Vitoria con sus disfraces.