TOKIO - La Federación Japonesa de Fútbol anunció ayer que “estudia medidas” sobre la imputación del seleccionador nacional, el mexicano Javier Aguirre, por parte de la justicia española por el presunto amaño del Levante-Zaragoza en 2011.
“Vamos a analizar la situación y a estudiar las posibles medidas que se pueden tomar”, dijo a la televisión estatal NHK un portavoz de la federación nipona.
Los mandatarios japoneses reaccionaron así a la querella presentada el pasado lunes por la Fiscalía Anticorrupción española en un tribunal de Valencia contra 42 implicados en el presunto amaño del citado partido, jugado el 21 de mayo del 2011.
Entre ellos se encuentra el técnico mexicano, que ocupaba el banquillo del club maño cuando se disputó el encuentro, así como su expresidente Agapito Iglesias, y 18 futbolistas del equipo, mientras que por parte del Levante los querellados son otros 18 jugadores.
El caso ha suscitado una gran preocupación en Japón, en un momento en que la selección se prepara para disputar la Copa de Asia, que tendrá lugar entre el 9 y el 31 de enero en Australia.
“En la Copa de Asia estaré únicamente concentrado en la competición”, afirmó Aguirre al ser preguntado el lunes por su imputación, durante una rueda de prensa en la que presentó su lista de convocados para este torneo continental.
Aguirre, que podría ser llamado a declarar próximamente por el tribunal valenciano, negó su implicación en el presunto amaño durante una reunión mantenida la semana pasada con el equipo jurídico de la JFA, según fuentes de la federación.
La querella se formula por un posible delito de fraude deportivo, para el que el Código Penal español prevé unas penas que van desde la inhabilitación profesional hasta entre uno y cuatro años de cárcel.
El fiscal argumenta que los zaragocistas dieron 965.000 euros a los futbolistas del Levante para que se dejaran ganar. Efe