Donostia - La cuarta gran goleada encajada por la Real Sociedad en 2014, esta frente al Villarreal (4-0), ha difuminado el efecto David Moyes, el nuevo entrenador de un conjunto que desde la llegada del escocés, hace un mes, había iniciado una tímida recuperación al mantener su portería imbatida.

Los cuatro goles anotados por el Villarreal, equipo que el pasado 13 de enero ya endosó un 5-1 a los realistas en El Madrigal, llegaron además acompañados de una floja imagen del conjunto donostiarra.

Hasta ahora, lo más valorado del cambio en el banquillo y la presencia del exentrenador del Everton y del Manchester United había sido el freno que el equipo puso a una sangría de goles que había situado a los donostiarras como uno de los peores equipos de la Liga en defensa.

Hasta la décima jornada, la Real encajó tantos en todos los encuentros y se había visto obligada a remontar en el 80 % de los partidos disputados.

El fichaje de Moyes acabó de raíz con los problemas atrás y la Real sumó más de 270 minutos sin encajar un gol, tras acabar con la portería a cero ante el Deportivo y Elche en Liga, y contra el Oviedo en Copa.

Sin embargo, en El Madrigal todo el crédito acumulado en estos partidos se fue por la borda en una segunda parte que posiblemente haya sido de lo peor del equipo en todo el año.

Ansotegi y el Athletic Los donostiarras preparan ya el próximo partido ante el Athletic que, según el resultado, podría revitalizar sus ánimos o suponer una losa para las jornadas venideras.

En este sentido, el defensa Jon Ansotegi expresó ayer su confianza en el factor campo de Anoeta para retornar a la senda de la victoria en el derbi vasco y olvidar así el “paso atrás” ante el Villarreal. Ansotegi recordóque la Real “se ha mostrado muy sólida y ha competido muy bien” cuando juega en su estadio y considera que si el domingo ganan al Athletic, además de los tres puntos sumarán la moral que se logra en este tipo de partidos. - DNA-Efe